Felicidades mamás
Hace cinco años viví mi primer día de la madre. Estaba muy puérpera y muy confusa, con una lactancia que no iba bien y una acumulación de sueño que hasta ese día me parecía insoportable -aunque luego descubriera que la resistencia de una madre es casi infinita-. Pero también estaba muy feliz, muchísimo, al fin tenía a mi bebé en mis brazos, tan bonita, tan perfecta, tan como siempre la había imaginado.
En estos cinco años me he convertido en otra persona, en una mucho mejor gracias a ella y al resto de sus hermanos. Esa es la gran capacidad que tienen los hijos: convertirnos en mejores personas, en esforzarnos por dejarles un mundo mejor y ofrecerles un ejemplo «ejemplar». Este año lo celebro a punto de convertirme en madre de nuevo, con toda la experiencia acumulada en cinco años y todas las dudas y miedos de una primeriza.
Hace unos días me hicieron una entrevista y una de las preguntas fue si nuestra maternidad era más fácil o más difícil que la de nuestras abuelas. ¡Qué complicado me fue contestar! Desde luego, ahora tenemos más libertad para elegir lo que queremos ser. Mi abuela siempre contaba que ella tuvo que dejar su empleo para casarse, porque estaba mal visto que una mujer casada trabajara, aunque al cabo de unos años volviera a hacer. Ser madre era casi una exigencia social, al igual que estar casada, con lo que el margen de maniobra de las mujeres se reducía bastante. Sin embargo, criábamos en tribu, teníamos un circulo de amigas, primas, vecinas; y los niños se criaban en la calle, entre todos.
Como algunos sabéis, me estoy formando como Guía Montessori para Comunidad Infantil (bebés) y ahora mismo estamos estudiando el fenómeno de la neotenia, que no es otra cosa que el retraso de la aparición de las características adultas en una especie. Es decir, nuestras infancias son largas, mucho. Además, nacemos inmaduros, prematuros, es lo que James McKenna llama «El compromiso evolucionario entre el bipedismo y la encefalización», es decir, nuestras madres tienen pelvis estrechas para poder andar erguidas y nuestros cerebros están muy desarrollados (aunque nazcamos con el cerebro al 30% de su tamaño). Parece como si la fórmula que tiene la naturaleza de salvar este inconveniente fuera empujarnos a nacer antes de tiempo, de ahí la necesidad de exterogestación que tenemos los seres humanos.
No me quería poner muy teórica, jiji, solo quería recalcar que nuestras crías nos necesitan mucho y durante mucho tiempo, y estoy segura tde que esto sólo ha sido posible gracias al carácter gregario del ser humano. Es decir, como el célebre dicho «Se necesita una tribu entera para criar a un niño», los seres humanos solo hemos podido llegar hasta donde estamos porque hemos vivido siempre en comunidad y hemos criado juntos a nuestros hijos.
Sin embargo, la familia nuclear ha sustituido a la tribu, las familias criamos solas, las madres criamos solas, con todo lo que ello implica. Las últimas semanas he estado siendo madre a tiempo completo de mis hijas, lo que es absolutamente delicioso y total y completamente agotador. Nunca, NUNCA, he estado tan cansada, nunca jamás. Este embarazo me está costando mucho a nivel físico, pero ser madre a tiempo completo, SIN TRIBU, tiene un coste a nivel emocional mucho más alto.
Y todo eso sin contar con algo que no tenían nuestras abuelas, Internet. La información fluye y eso es maravilloso. Gracias a Internet yo he podido saber que lo más seguro para mis hijas es viajar a contramarcha, que tipo de cremas solares son las más adecuadas para ellas o, incluso antes de nacer, pude informarme de lo que significa un parto respetado y un puerperio fisiológico sin interrupciones, el libre movimiento necesario para su correcto desarrollo o cómo hay niños que «necesitan más» que otros y ayudarme a normalizar situaciones que me superaban. Gracias a Internet hemos llegado a Montessori y hemos podido ofrecer una educación consciente a nuestras hijas.
Pero es agotador. Mucho. Muchísimo. A veces siento que no podemos informarnos de todo.
Por mucho que intentemos llevar una alimentación adecuada en algún momento les daremos algún conservante terrible, frutas contaminadas por pesticidas o alimentos con transgénicos. Ese nivel de exigencia tiene un componente de stress insufrible.
Sin contar con las expectativas que nos autoimponemos las madres y de las que ya os he hablado mas veces. Sentirnos inferiores a otras madres porque ellas llegan «a más» es uno de los triunfos del patriarcado. Juzgarnos las unas a las otras es su triunfo más cruel. Dejemos de hacerlo.
En vez de apoyarnos, nos hundimos en el fango, en vez de entendernos, nos miramos el ombligo, en vez de empatizar nos creemos superiores por nuestras decisiones. Basta.
En el fondo solo somos un montón de madres perdidas luchando contra la naturaleza – porque lo que necesitamos son tribus y no madres aisladas criando solas-, un exceso de información y un montón de exigencias socialmente impuestas sobre lo que es ser o no una buena madre.
Todas las madres somos buenas madres, todas queremos a nuestros hijos y todas nos intercambiaríamos sin dudarlo por ellos en cuanto se ponen malitos. Todas las madres hacen lo mejor que pueden teniendo en cuenta la información que tienen disponible – y lo más importante, nuestras mochilas, a veces, tan pesadas que no nos permiten procesar la información, porque el maestro solo llega cuando el alumno está preparado-.
Madres del mundo, dejemos de juzgarnos, dejemos los juicios para los Dioses y empecemos a tender manos amigas a las otras madres.
Madres, busquémonos una tribu, aunque tenga que ser virtual, que nos sostenga y nos acompañe, sin juicios y sin reproches.
Madres, cuidémonos, porque solo podemos cuidar si nosotras estamos bien cuidadas. Lo que es cuidarse para una y otra madre no tendrá nada que ver, pero lo que es seguro es que nos necesitan felices y descansadas.
Madres, vivamos una maternidad feliz y plena, sin culpas, sin «ysis», sin compararnos con el resto.
Madres, reflejémonos en los ojos de nuestros hijos, en sus miradas sinceras, para ellos somos absolutamente maravillosas, imperfectas como somos.
Madres, vivamos plenamente la infancia de nuestros hijos, que pasa en un suspiro y no vuelve. Observad como juegan, como crecen, como se convierten en los adultos del mañana. Los días son largos, pero los años son cortísimos.
Madres, disfrutad del día de hoy, especialmente las que estáis agotadas porque tenéis niños muy pequeños; dejaros cuidar, mimar, que os abracen, os achuchen, os digan cuanto os quieren.
Disfrutad de este regalo que es maternar, aunque a veces las exigencias se tornen insoportables, no hay vivencia más apasionante.
Felicidades mamás, os merecéis, nos merecemos este día.
Feliz día!! Un abrazo
Gracias Bei por estas palabras tan ciertas y tan hermosas, tan reveladoras y removedoras de sonrisas y de monstruos. Coincido contigo en todas ellas, aunque hoy, por motivos familiares me vayan a mimar poco, porque soy una de esas mamás sin tribu, llena de «ysis» y de culpa cuando el cansancio me atrapa la amígdala y saco el repertorio de reproches para dejar sin abrir el de gritos que me vino de serie y voy tapando con capas de empatía que en ocasiones olvido, arrastrada por la parte de mi agotada y desbordada que se siente fracasada ante la adoslescencia de mi hijo. Aquella que se hunde pensando que llega tarde a la maternidad consciente y respetuosa, que no puede controlar los tóxicos que la rodean, que siente el dolor de cada patada del que fue su bebé hace tan poco tiempo , en la autoestima que nunca llegó a tener sana, por infancia y por exigencia. Me guardo este post en el alma, porque voy a necesitar releerlo muchas veces. Y si algo tengo de mejor persona ahora es gracias al motor que es mi hijo y a la información y ejemplo que he encontrado en vosotros y en personas que he conocido a través de vuestro cariño y empeño en la
Consecución de este blog. Os deseo lo mejor, juntos y sanos. Gracias infinitas y feliz día a todas las mamás del mundo y el ciberespacio . <3
Bei, me encanta tu blog. Leo casi todo lo que escribes y me has enseñado muchísimas cosas. En primer lugar quería darte las gracias por ello: por como conectas con anhelos y necesidades de muchas de nosotras, por la maravillosa y útil información que das en el blog… y por tantas cosas que se me quedan en el tintero.
Y luego están estas entradas, escritas desde el corazón y que casi me hacen llorar. Me siento tan identificada, es tan básica la tribu que nos falta, que su ausencia duele físicamente y hace de nuestras crianzas algo más difícil y solitario. Yo también llevo cinco años como madre (mi hija Maia cumple seis años en agosto) y según han pasado los años y me he ido enfrentando a mis fantasmas y he ido creciendo como persona y aprendiendo y desaprendiendo y queriéndola como nunca he querido a nadie… también me he ido volviendo más flexible con el resto de las madres, porque como dices, todas lo hacemos lo mejor que podemos, y juzgarnos unas a otras solo nos culpabiliza más y nos hace sentirnos más solas.
Preciosa entrada. Sigo leyéndote (y espero que animándome a comentar alguna vez más).
Feliz día !
Es hermoso todo lo que has escrito y tan real…
Tienes razón, vive y deja vivir, y disfrutar de nuestros peques. Gracias por tus enseñanzas.
FELIZ DÍA MAMIS
Muchas gracias Bei, es un placer y una emoción leerte. Clarificas y sosiegas miedos es inquietudes y a la vez aprender a disfrutar de la maternidad, que pasa muy deprisa.
Feliz día todas, y sobre todo disfrutar conscientemente de nuestros peques que son el mejor regalo.
Bei, en mi tribu estás tú, y no sabes cuánto bien me haces. Mil gracias. Muchas de las cosas que hago bien es gracias a tus consejos, tengo que felicitarte hoy porque para muchas de las que te leemos a diario casi eres como una MADRE consejera.
GRACIAS.
Qué bonitas fotos, qué bonito post, qué bonitas sois
No se me ocurre mejor manera de expresarlo, precioso y muy «de verdad», huyendo de los típicos tópicos de un día como este…Muchísimas gracias por tus palabras, que me han emocionado en lo más profundo; muchas felicidades para ti también, súpermadre
Feliz día de la madre! Me encantaría ver el día en el que dejemos de juzgarnos y empecemos a apoyarnos, ojalá llegue pronto!! Las fotos preciosas 😉
Precioso Bei 🙂 felicidades y ánimo que ya te va quedando poquito ^^ te deseo que tengas un parto tal y como tú lo deseas.
Con un poco de retraso, pero feliz día. Magnífico homenaje a la maternidad, magnífica llamada de atención a las madres. Debemos volver atrás y recuperar nuestra tribu, unirnos las unas a las otras y no machacarnos por nuestras decisiones.
Hermoso Bei <3 feliz día atrasado jeje aunque en estos lados aún faltan 7 días! Es tan cierto todo lo que dices, se nos presenta una maternidad sin problemas sin discusiones sin berrinches en todos lados que nos preguntamos por qué con nosotras no es así; pero algo que he aprendido de ti es a observar a mi peque, respetar su tiempo, maravillarme con cada pequeña cosa que hace o dice, es hermoso simplemente verlo crecer, hace que todo el dolor, todo el cansancio, todas las situaciones que muchisimas veces nos desbordan, desaparezcan y queden solamente recuerdos hermosos. Gracias por tus palabras, en definitiva eres parte de la tribu virtual de muchas mujeres y hombres alrededor del mundo, nos das ánimos con tus palabras cuando muchas veces no tenemos eso en nuestro núcleo familiar. Nuevamente feliz día y que todos los días sean día de las madres 🙂
Precioso Bei!! Me has emocionado con cada una de tus palabras.
Feliz día de la madre cada día
ESTOY INICIANDO LA VISITA A TU PÁGINA Y ES MUY INTERESANTE, SIGUE ADELANTE, FELIZ DÍA DE LA MADRE