Esta semana se celebra la semana internacional de la lactancia materna y como el año pasado he decidido participar con un post. Este año la temática es la vuelta al trabajo, que junto con la desinformación y los malos consejos es una de las causas principales de abandono de la lactancia. Mis lactancias no han sido fáciles en absoluto, pero ya os conté el año pasado que habíamos vivido superar estas dificultades como un triunfo para toda la vida. De combinar lactancia y trabajo no puedo sacar nada tan positivo como el año pasado, pues considero que es un esfuerzo titánico que no debería producirse en una sociedad civilizada como la nuestra. Aún así, e igual que el año pasado, os ofrezco mi experiencia, por si os pude servir, y sobre todo como reivindicación de una situación que es insostenible.
Cuando nació Abril, habíamos decidido que iba a cogerme unos meses de excedencia, pero finalmente hicimos números y nos pareció poco recomendable descapitalizarnos de ahorros (en aquella época Macho Alfa tenía menos de media jornada y yo tenía claro que no pensaba volver a trabajar en jornada completa), así que junté la ridícula baja de maternidad con vacaciones y permiso de lactancia, más moscosos (antes de que nos quitaran la mitad) y negocié una incorporación lo más favorable posible (acumular la media jornada en jornadas completas e ir solo diez días al mes a trabajar). Me compré un sacaleches manual de Avent y con el corazón encogido y una reserva de leche en la nevera volví al trabajo. En mi cabeza parecía fácil, por suerte Abril había empezado con sólidos a los cinco meses (siguiendo el baby led weaning o alimentación complementaria autorregulada por el bebé) y eran pocas horas y pocos días.
La realidad fue que no toleraba el biberón de avent, ni ninguno de los que le compramos, ni la cuchara-biberón, ni tomarlo en vasito, ni vasito de pitorro, ni tenía paciencia para tomarlo a cucharaditas. Recuerdo llamar a casa ese primer día y escucharla llorar desconsolada, y aún sabiendo que no podía estar en mejores manos se me partió el corazón. Una compañera me abrazó y me dijo que si quería irme a llorar al baño me cubría. Ella sabía perfectamente lo que sentía, no en vano con su segunda hija se cogió 3 años de excedencia. Cuando llegué a casa y vi a mi bebita, con los ojos enrojecidos de llorar y como se lanzó hacía mí, me arrepentí de no vivir en un país en el que cuidar de un niño se considerará lo que es: El trabajo más importante del mundo. Al final consiguieron darle mi leche con cereales (no instantáneos, sino arroz inflado o “crispies” sin azúcar ni sal) y poco a poco Abril fue aceptando la situación (creo que nunca pudo acostumbrarse), pues no pasó un día en el año siguiente que no llorara al ver que me marchaba al trabajo.
Nada más volver me pusieron una reunión y yo sólo pensaba como iba a conseguir escaparme para sacarme leche en el baño (con el pack madre trabajadora de sacaleches, neverita con enfriadores, ropa de repuesto y toallitas) antes de explotar. Aunque hubo malas caras, comentarios, situaciones desagradables y hasta amenazas, y me gané fama de conflictiva y eso ha tenido y seguirá teniendo consecuencias, nadie pudo chantajearme con despedirme, porque soy funcionaria. Sin embargo, en otras empresas no es así, exigir tus derechos a veces tu cuesta tu puesto de trabajo. A todos nos preocupa el envejecimiento poblacional, pero los hijos que pagaran nuestras pensiones que los tengan los empleados de otros…
Hoy, que aún llora, siempre me preguntó si siendo un bebé de alta demanda, le hice un daño irreparable. No suelo arrepentirme de nada relacionado con las decisiones de crianza que hemos tomado, porque siempre pienso que las tomamos con la información que tenemos y pensando en el bienestar de la familia, pero no haberme cogido excedencia es de lo único que me arrepiento. A partir de ese momento decidí que si tenía otro bebé no íbamos a pasar por esto, así que hicimos un plan de ahorro exhaustivo, de no salir, no gastar, no nos debamos ni un capricho y conseguimos ahorrar suficiente (a pesar de que el año siguiente nos quitaron a ambos nuestras pagas extras y nos bajaron el sueldo) para poder cogerme excedencia con Emma.
Con Emma estuve un año de excedencia, que junto con las dieciséis semanas ridículas permitieron que la dejara con 15 meses para marcharme a trabajar (¿Sabíais que si te coges excedencia no tienes derecho a acumular la lactancia ni a la parte proporcional de vacaciones? Siempre nos lo ponen tan fácil…). Esta vez las circunstancias eran peores y no me permitieron acumular la jornada en días completos (salvo los fines de semana), pero la incorporación fue suave porque elegimos hacerlo en junio cuando el curso ya había terminado, y Emma era un bebé mucho más “fácil” y no llevaba mal la separación. De nuevo me parecía una situación idílica y me consideraba una privilegiada (por haber ahorrado lo suficiente y haber podido gastarme un año de mi sueldo en cuidar a mis hijas y trabajar sólo la mitad, aunque fuera perdiendo la mitad de mi sueldo).
Todo parecía fácil y de nuevo me equivoqué: Ese verano tuve cinco mastitis. CINCO. Emma, aún habiéndola operado de su anquiloglosia o frenillo sublingual corto (dos veces), tuvo una pequeña recidiva, pero no quise que intervinieran de nuevo, y aunque ya no me hacía tanto daño, nunca ha mamado bien. Unido a que a veces pasaba 10 horas fuera de casa (me compré un sacaleches eléctrico pero no siempre podía usarlo si tenía mucho trabajo y aún así el pecho no se vacía igual y cuando trabajas a turnos el pecho no termina de regularse) y que en esa época estábamos haciendo el destete nocturno (que en vez de durar los tres días “habituales” duró cuatro meses) llegué a esa situación insostenible. Incluso en una situación idílica como un bebé que se adapta a las separaciones y que ya no necesita “tanto” lactar por edad (ya comía de todo) forzar (porque yo lo sentía así, respeto profundamente quien quiere volver a trabajar cuanto antes pero yo no lo he vivido así) y una reducción de joranda, una incorporación laboral puede tener consecuencias para la lactancia.
Si no hubiera vuelto a trabajar (o si hubiera tenido unas condiciones más favorables) no se me hubiera acumulado la leche en los conductos, provocando la disbiosis que produce la mastitis. Mastitis que a veces no producen fiebre (depende de la bacteria) y que pasan desapercibidas por la comunidad médica, salvo por el terrible dolor que sufren las madres. Mastitis con las que tienes que seguir acudiendo a tu puesto de trabajo. Mastitis que se curarían mejor con tu bebé al pecho todo el tiempo, drenando los conductos mientras se reduce la inflamación con el tratamiento. Mastitis que son otra de las causas de destete temprano. Y en términos económicos la lactancia disminuye la incidencia de enfermedades, esto es, ingresos hospitalarios, consultas en atención primaria y medicamentos.
Así que en la última mastitis tomé la decisión de destetarlas a ambas. Pensé que el proceso iba a llevarme menos tiempo y no ha sido así, son dos chicas muy obstinadas y si me seguís en rrss habréis visto una foto de ambas tomando teta en la piscina, así que hemos «cumplido» con los dos años mínimos que marca la OMS. Mínimos y máximos que yo odio porque sólo deberían servir para que el Estado regulará la situación laboral de las madres recientes y para que todos los sanitarios se formaran mejor en lactancia. Y no lo único que consigue: Hacer que las madres se sientan mal y se culpabilicen.
Me habéis preguntado por el destete muchas veces y aunque no es el tema que no os ocupa os adelanto que las asesoras de lactancia solemos proponer un destete lo más respetuoso posible, es decir, “no negar, no ofrecer”. Muchos niños se destetan así, si están preparados. Yo lo intenté con Abril en el tándem con Emma y os puedo decir que no funcionó. Con Emma tampoco. Así que el siguiente paso es negociar tomas, chupitos o lo que haga falta, para minimizar (evitarlo es imposible) el sufrimiento del pequeño. Y así llevamos casi un año, las dos tomando teta, aunque muy poca y viendo cada día más cerca el destete definitivo. Hemos llegado a un equilibrio, entre lo que yo puedo ofrecerlas y lo que ellas desearían.
Como asesora de lactancia, parte de nuestra formación es informar y acompañar el destete,y, a menudo mis amigas me derivan los casos de anquiloglosia y mastitis de repetición. Ofrecer opciones a las madres en estos casos es complicado, porque una de ellas es destetar y cuando las madres piden ayuda (cuando la piden de verdad) no quieren destetar, quieren dejar de sufrir. Cuando Carmen vuelva de sus vacaciones hablaremos largo y tendido de dificultades a la hora de lactar. De momento os dejo información sobre los grupos de apoyo que existen, sobre las dudas frecuentes resueltas por la AEPED, sobre la gran labor de Alba Lactancia Materna, sobre FEDALMA y La liga de la leche,… Y también sobre el laboratorio que analiza la leche materna en Madrid: Probisearch (yo usé sus servicios cuando aún tenían su investigación en la UCM y analizaban las muestras de leche de forma totalmente gratuita).
Y os daré un consejo que no me habéis pedido: Dar teta no duele. Si duele, hay un problema. Pedid ayuda, acudid a vuestra matrona y si no está o si no hay grupos locales gratuitos ahora en verano, acudid a una asesora de lactancia, cualquier dinero invertido en conseguir una lactancia deseada e indolora merece la pena. Aunque por desgracía, tengamos que subvencionarlo las familias.
“Si existiese una vacuna con los beneficios de la lactancia materna, los padres pagarían lo que fuera por comprarla”. Carlos González.
Vivimos en un país en el que se instalan pizarras digitales en los colegios, pero los niños no tienen que comer y las maestras les compran cartones de leche para que puedan desayunar; en el que se destina una barbaridad de dinero para la tauromaquia, ergo sufrimiento, pero las bajas de maternidad son un insulto a la maternidad; en el que se investiga sobre mastitis en las vacas, pero en el que a las mujeres se les anima a destetar cuando tienen una, si es que siquiera se la diagnostican; un país donde seguimos las recomendaciones de la OMS pero que cuando tu bebé tiene tres meses y medio tienes que volver a trabajar o sacrificar la economía de tu familia; un país donde hay carteles en el centro de salud de las bondades de la lactancia materna y muestras de leche artificial en la consultas; un país en el que si tomas la decisión, libre e informada de no dar teta eres una mala madre y te lo hacen saber con sus miradas, pero que si te atreves a dar teta más de seis meses también te miran mal (y si encima pasan años se atreven a vaticinar consecuencias terribles para tus hijos).
Sólo puedo deciros que la lactancia materna ha sido la mejor manera de suplir esas horas que no estamos juntas.
Me hubiera gustado escribir un post más bonito, pero como veis el tema de este año me tiene muy cabreada. Sólo puedo deciros que la lactancia materna ha sido la mejor manera de suplir esas horas que no estamos juntas. Cuando eran bebés y aparecía por la puerta y decían con gorgojos o su lengüita de trapo “tetita, mami, tetita” se paraba el tiempo y yo sentía que recuperábamos algo de lo que habíamos perdido ese día. Sentía que a pesar de las circunstancias que teníamos, al menos podía compensarlas continuando con la lactancia. Sentía que el jaleo de llevar el sacaleches y tener que elegir entre desayunar o extraerme merecía la pena por esos momentos de vuelta a casa. Sentía que mi esfuerzo, mi superpoder, mi ventaja competitiva, dar teta, era, es y será un triunfo para toda la vida. Sin contar con que nunca sabemos cuando puede producirse un apocalipsis zombie XD
En esto de la lactancia parece q llevamos vidas paralelas Bei. 4 años y medio de lactancia ininterrumpida (2 de ellos en tandem) dan para mucho…me quedo con la parte en la q dices q fue la mejor manera de suplir esas horas q no estabais juntas, y también con lo del apocalipsis zombie, jejeje.
Jajajaj nunca se sabe XD besos Noemi!
Yo también me quedo con lo de que es la mejor manera de suplir las horas que no estamos juntas, por eso me cuesta tanto el pensar en destetarla por la noche. Esta semana he leído bastantes artículos y posts sobre la lactancia y al mirar las fotos de bebés mas mayores mamando no deja de sorprenderme que todos tienen la misma mirada, el mismo gesto, una mezcla de felicidad y sabiduría, y siempre pienso que ojala tuviera yo una teti que me reconfortara en los ratos difíciles.
Ains no tienes teti, pero tienes un chiquitin a tu lado, reconforta tambien verdad? Besotes!
Muchas, muchísimas gracias Bei, de nuevo. Tu artículo tiene tantos mensajes memorables que es difícil quedarse con uno…un beso muy grande.
Muchas gracias Raquel <3 un abrazo
Bei, me ha gustado mucho el post. Podrían ser mis palabras. Solo un apunte, por si puede ayudar a alguien. Yo tambíen sufrí mastitis cuando tuve a mi primera hija y volví a a trabajar. Alba Padró y Paco Vera fueron mi salvación y este último me dijo que por una mastitis el médico de cabecera te da la baja laboral. Y si lo piensas bien es lo más recomendable. Si vas a trabajar el problema se agrava y si te quedas en casa tu bebé drena tus pechos que es lo que hay que hacer en caso de mastitis.
Ánimo a todas las madres trabajadoras y felicidades a todas las que siguen lactando a pesar de todas las dificultades.
Gracias Vanesa!! Desde luego a mi médico de cabecera no le valdría, es majo pero de lactancia lo justito. Como lo justifica la gente, cuando es asintomatica???
Gracias!!
Hola Bei, la verdad que cuando vives y trabajas en escuelas en otros paises te das cuenta de lo mal que esta España (ya sabes que yo trabajo en Oxford).
En la escuela he visto como mamis traen biberones de leche materna hasta congelados para que se los demos a los bebes, hasta mamis que vienen varias veces al dia a dar el pecho a sus hijos. Esto es gracias a que la escuela lo permite y en el trabajo dejan ir a la mami a dar el pecho, cosa casi impensable en España. Como muchos papis trabajan 2-3 dias a la semana hay una especie de ludoteca donde van a jugar con los hijos y hay grupos de mamis que quedan para hablar y dar el pecho a sus hijos ( hice un voluntariado ahi y lo flipe).
Bueno paro que al final ver como estan otros paises y como estamos nosotros enfada y no quiero cabrearte mas 😉
Pd: no te cuento mi experiencia porque aun no soy mami pero ole tu Bei.
Un abrazo enorme 🙂
Lau.4
Ay Laura totalmente a años luz si, que pena. Gracias por pasarte!!
Un post precioSo. Enhorabuena por esas lactancias y por todos esos ratos.
Sin duda, a pesar de que por rachas me lleva al limite físico, cuando de noche oigo despertarse a mi hija, y entre dormida y desorientada se sienta en su lado de la cama y le escucho su «mami, teta» mientras intenta gatear hacia mi y se acurruca en mi hombro, son de los momentos mas especiales q la lactancia me esta dando.
Gracias por compartir tanto.
Un abrazo
Carmen.-
Hola Bei. Yo llevo 3 años y medio de lactancia y los últimos 10 en tándem. Y para mi es de las cosas mas bonitas de ser madre. Y los momentos de tándem un nirvana familiar!!! Yo puede pedir media jornada con cada una de mis dos hijas y eso salvó nuestra lactancia. Me ha gustado tu post, con el que me siento muy identificada en muchas cosas. A mi también me hierve la sangre con la hipocresía de este país. Nos quieres igualar al resto de Europa en cosas que menoscaban derechos (laborales, sanitarios,…) pero nunca en «lo bueno» (educación, crianza y conciliación). Pero nuestra sociedad tampoco lo valora, …. Debería ser un tema de estado y, al menos yo, no he oído que en campaña electoral se nombre nada de todo esto. …. ¡dan ganas de emigrar! Un saludo
Totalmente de acuerdo, un tema de estado!! Es muy triste lo poco que valoran la maternidad :(((
Un abrazo!
Son tan bonitos esos momentos verdad? Lo recordaremos siempre <3
Gran post, Martín ha ido dejando el pecho progresivamente y con 18 meses ya no pide…..sentí verdadera pena a pesar de reconfortante que fuera él quien se destetara por decisión propia…..pensé que habría hecho yo mal para que tan pronto dejara la teta……está claro que la vuelta al trabajo no lo pone nada fácil…..
Cris no hiciste nada mal!! Hay peques que lo dejan antes, lo ideal sería que nos pusieramos de acuerdo el mismo día, verdad? Un abrazo!
Hola Bei!!! Me siento muy identificada con tu post!!! Tengo a Èric de 3 años y a Xavi de casi 10 meses. En mi segundo embarazo empecé a sentir AGITACIÓN. Es horrible, es de lo peor, una serie de sentimientos contradictorios hacia tu hijo al que tanto amas! Bueno, me informé y gracias a mi infermera y asesora de lactancia lo superé. Cuando nació Xavi , Èric se lanzó a mis tetas como si no hubiera un mañana…Hacía 5-6 tomas al día, engordó dos kilos!! Yo no podía más y decidí destetarle. Pero no pude. Lo necesita tanto! Total, que no desteto! LLevo más de un año con el «no negar , no ofrecer», jijiji…sólo con el mayor, que ahora me pide cada 2-3 días, con el peque es a demanda a tutiplén.
Trabajo 6 horas por la mañana y me cuesta un montón dejarles en casa. Me voy a las 7 y ellos aún duermen… se me parte el corazón. Eso no lo supero, es imposible!
Besos.
Totalmente imposible de superar Montse, pero la teta ayuda tanto en la vuelta. Un besote enorme!!
Me ha sorprendido tu relato porque veía tu tandem.con mucha envidia… mis peques se llevan 22 meses y nuestro tandem duro solo 5 meses. A un mes de incorporarme al trabajo tu e la última de 5 mastiris subclimicaa. En mis caso me plantee destetar a ambos pero el peque era muy peque 5 meses. Así que destete a la mayor q me lo puso muy fácil a pesar de seguir viendo a su hermano.
Asique quería mostrarte mi admiración porque a pesar de que aún hoy no me perdono ese destete no se si hubiera sido capaz de seguir el tandem
La verdad que durante las primeras semanas del tandem yo me arrepentí de no haber destetado, perdonate bonita, no hiciste nada malo <3
Abrazos!!
Muchas gracias por este post,Bei.Me viene de perlas de cara al panorama que se me presenta este nuevo curso:Efrain comienza cole,Yo que no tengo mas remedio que buscar curro…y posible venida de un segundo hijo.Estos casi 3años criando 24h a Efrain en casa, han sido lo mas, pero sobretodo el poder darle de mamar..y aun seguimos.CAda vez menos, pero seguimos.Intuyo que con tanta novedad, vamos a necesitar tanto él como yo, más teta para consolarnos ,con tanta separación..snif,snif!
Ains que historia tan bonita África, me encantaría que la contaras en el blog <3 Ánimo con la doble vuelta al cole!
Un artículo precioso. Parecía que me estaba leyendo a mí misma, yo también durante meses, me tenía que escapar al baño en el trabajo para sacarme la leche, con una baja de maternidad tan ridícula, tenemos pocas alternativas…
Gracias Esther, es tan complicado verdad… Un abrazote
yo sigo dando tetacon un bebe de 23meses.Voy a trabajar y el se niega acomer hasta que vuelvo.:-( Solo picotea…asi que seguiremos hasta q haga la mili como dice mi madre.
Hay gente q ya me mira mal y ¡otros tienen la caravdecdecirmelo!
Pero son mis tetas y mi hijo las tiene mientras yo pueda!!!
Ale!
A todo lo q has escrito en tu articulo solo puedo decir AMEN (y eso q el niño haca tomas nocturnas cada dos horas)
Lucia
Hola Bei! Qué identificada me siento hoy al leer esto! Llevo 1 mes con mastitis producida por haber tomado antibiótico y haber añadido 1 hora más a mi horario laboral, ya me la diagnosticaron oficialmente el otro día con los resultados del cultivo de leche….y aquí llevo todo el finde pegadita a mi bebé, él drenando y yo dando tregua a mi cuerpo y descansando, que me hacía tanta falta…cuántos ratos he llorado este mes, cuántos ratos de pechos cargados, obstrucciones y perlas…. no es justo que tengamos que pasar por esto, la verdad.
Precioso.post!! Tengo mucha suerte de poder estar con mi bebé siempre. Hoy ha cumplido 6 meses y no trabajo. Llegamos a fin de mes justísimos y tendreé que buscarme algo enserio en breve. Se me caen las lágrimas sólo de pensarlo.
Mamás del mundo que trabajais y dejais a vuestros amores SOYS UNAS CAMPEONAS, FUERTES, VALIENTES, ATREVIDAS!! OS ADMIRO!!!
Hola Bei. Estoy en un momento complicado. Me incorporé hace seis meses a trabajar, mi hijo tiene trece meses y continúa con lactancia materna. Hasta ahora no ha sido dificultoso mantenerla con ayuda de una reducción de jornada. Pero ya he tenido que quitarme esa reducción y en una semana tendré que comenzar a hacer turnos de noche. Tengo tanto miedo de que mi hijo lo pase mal sin mí a su lado , colechando y dándole su «tetita». Si puedes darme algún consejo de cómo hacer para que lo llevemos los dos lo mejor posible…
A nosotros con nuestra hija nos vino muy bien a partir del mes darle por la noche un biberón con leche de formula, lo cierto es que dormía muy bien gracias a ello. Posteriormente como la madre tenía previsto trabajar, le fuimos incorporando de modo gradual mas tomas . Lo que nos paso es que a pesar de buscar el mejor sacaleches que encontramos, nuestra hija prefería la leche de formula a la materna, pero esto también fue positivo , sobre todo en nuestro caso en que la madre se incorporaba a trabajar.