El otro día os compartíamos el pódcast sobre validar emociones, y hubo algunas dudas que he tratado de resolver en este post.
Validar es hacerle saber al otro, a la otra:
– Te quiero incondicionalmente
– Puedes expresar todas tus emociones
– Estoy contigo en esto
– Estás seguro, segura
– Lo que sientes está bien
– Lo reconozco, lo aliento, lo agradezco
– Estoy aquí para ti.
– Lo que sientes es válido, da igual lo que opine yo
– Puedes compartirte conmigo, te escucho
– Lo que sientes y piensas es importante para mí
En definitiva, validar sirve para que la otra persona se sienta vista, sentida y sostenida. Se sienta acompañada.
Esto muchas veces no es fácil, porque no lo hemos tenido en la infancia y no lo hemos terminado de integrar en la edad adulta.
TODAVÍA.
Quizás, es algo que nos sale solo cuando nos sentimos alentados, integrados, en paz y armonía; y seguramente sea todo un desastre cuando nuestro cerebro está poco integrado por falta de autocuidado o por situaciones estresantes que nos reconectan con momentos de nuestra vida en la que no nos hemos sentido seguros o seguras.
A veces, necesitamos controlar, porque eso nos da seguridad. Y está bien.
Simplemente, tenemos que tener cuidado de no pasar líneas rojas e instrumentalizar las herramientas de acompañamiento y cooperación para poder controlar a las personas a las que queremos.
Si vas a poner un límite, puede ser útil validar primero en vez de ir al turrón, para que la otra persona se sienta comprendida, y podáis empezar a conectar antes.
Pero no esperes que, por haber validado en vez de haber ido el turrón, al otro le parezca genial tu límite.
De hecho, si el otro es una persona pequeñita, no es ni por lo más remoto su cometido. Los peques exploran, las personas adultas, cuidamos. Al revés, no funciona.
No enfadarme para que mi padre no se disguste, es invertir los roles. No mostrar mi tristeza para que mi madre no se sienta culpable, es poner una carga en ellos que no les corresponde.
L@s niñ@s no han venido al mundo a complacernos, han venido a ser.
Han venido a trepar árboles, aunque a mi me de miedo subirme a uno. Porque yo soy yo y ellas son ellas.
Trocito de la newsletter de hoy sobre validar, también tenéis el pódcast
¿Te sirvió? ¿Te cuesta sostener las emociones que en ti no fueron sostenidas?
Te leo
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Muy importante, abrirse al otro y mostrar sentimientos y emociones, no todo el mundo puede hacerlo, al menos de primeras…
Ana