Presencia
Estas vacaciones teníamos grandes planes pero no han podido ser.
Al principio me olvidé que mi propósito de año nuevo fue RESPIRAR.
Me metí yo sola en bucle de debería y de tendría que y de pensar en lo que no tengo en vez de en lo que si.
Se me olvido agradecer que estábamos juntas, que teníamos campo, que teníamos chocolate y que seguíamos respirando.
Y solo cuando lo recordé pude fluir, porque una vez que te das cuenta de que seguir respirando es un privilegio, todo es más sencillo.
Y es que aunque al principio me costó aceptar, ostras la realidad es que están siendo unas vacaciones geniales.
Hemos disfrutados, de caminatas y paseos en bici, juegos de mesa y sesiones de peli+mantita+chimenea+palomitas.
Hemos tenido tiempo a solas, tiempo en pareja, tiempo en familia y tiempo en exclusiva con cada peque.
Hemos hecho manualidades y leído cuentos y hemos comido torrijas que OMG que ricas le salen a MA (mejores que las de mi abuela que ya es decir).
Hemos aprendido cosas nuevas y hemos disfrutado del también.
Hemos descubierto sitios nuevos aquí cerquita y hemos descubierto cómo la vida se hacía paso en nuestro jardín (nacieron unos gatitos).
Hemos visto un arco iris y hemos comprobado como Lola tenía altas expectativas de lo que era realmente un arco iris XDD
Hemos estado más en el ser que en el hacer y eso siempre nos conecta mucho.
En definitiva, hemos cultivado presencia, que sin saberlo era justo lo que necesitábamos (aunque me he pedido que ojalá el año que viene pueda dar presencia en la playa XD).
Y la naturaleza siempre me parece el marco ideal para dar presencia, porque nos da a todas lo que necesitamos :)
En nuestro libro #Criardesdeelcorazón hemos hablado también de todo esto y de cómo vencer el agobio que a veces nos entra por intentar reconquistar la natu que antes nos pertenecía @nitdiaaa es una experta en contagiar su pasión y creo que lo hemos transmitido bien, deseando que nos contéis :)
¿Habéis salido a la naturaleza estas vacaciones?
Y la vuelta a la rutina, ¿qué tal ha ido?
Al final las vacaciones han sido tan guay que hoy me he levantado pensando que podíamos tener otra semana más de vacaciones :)
Y me ha dado mucha tristeza ver mi agenda de hoy y darme cuenta de que hoy no podía haber ningún paseíto en bici. Pero luego rápidamente he pasado a enfocarme en lo que si tengo y el motivo por el que hoy no tengo huecos para salir de paseo. y me ha llenado de gratitud.
Y es que aunque al principio de la semana santa me recordó poderosamente el confinamiento, la realidad es que ni somos las mismas personas, ni eran las mismas circunstancias.
Y no es porque piense que ahora somos invencibles, resilientes, valientes o imparables.
Creo que es porque mi gratitud ha crecido exponencialmente este último año. Agradecer era el truco.
Agradecer por mi familia, por nuestra salud, por nuestra casa, por nuestro pueblo y su entorno, por mis amigos y por pensar en que pronto voy a abrazarles, por mi trabajo.
Agradecer que seguimos respirando.
La cara B han sido los conflictos, que los ha habido, claro 24h de convivencia dan para mucho, pero hasta agradezco los conflictos porque nos recuerdan el privilegio que es tener paz y conexión.
Me preguntaban ayer por la búsqueda de huevos de Pascua, para que no haya conflictos es necesario ajustar, puede ser que cada peque tenga un color de huevo o esconder exactamente el mismo número de huevos en cada escondite o tener una cesta común y luego repartir, porque si no ajustamos eso y tenemos peque, por edad o personalidad o situación muy competitivo/a o todo lo contrario puede acabar en desastre, como le pasó a la persona que me lo preguntó. Nosotr@s somos las personas que cuidamos, damos seguridad, en el vínculo y en el ambiente.
En cuanto saque un minuto publico en el blog nuevo pódcast sobre límites y seguridad (quizás la palabra seguridad te despiste de lo que he querido explicar), para mi seguridad tiene que ver con ser CASA :)
Y eso es algo para agradecer, tener gente cerca que es CASA y ser casa para mis preciosas personitas preferidas.
Y tú, ¿para quien eres casa? ¿Has podido agradecer que sigues respirando?