En el post anterior te contaba cómo lo hacemos nosotras en casa.
Y estos días me habéis estado mandando, vía redes sociales, cómo celebraban vuestros abuelos y abuelas estas fechas en su día.
Veréis que no se diferencia tanto de Halloween, porque en el fondo el origen es común.
Cada año en Halloween, Papá Noel o análogos siempre alguien viene a decirme que estas celebraciones no son nuestras y poco menos que si nos gusta celebrar somos unos borregos sin criterio propio.
Halloween puede que sea algo reciente, pero si nos vamos al origen, viene de Samaín, una fiesta celta.
Durante mucho tiempo se celebró, en la romanización de la península ibérica se impusieron otras fiestas, luego la iglesia la recuperó con una connotación diferente y ahora nos ha sido devuelta como un boomerang en forma de calabacitas y disfraces (si tenéis un minuto para informaros de cómo se celebra en Estados Unidos veréis que es puro gozo para los niños y niñas).
Lo de que no sea de nuestra cultura depende un poco de lo que para ti abarque el límite temporal de la cultura 😛
Y de eso hemos hablado hoy en este directo en instagram, con Arantxa de Magea escuela, Jenni de Creciendo presente y Encarna Llor, en el que os hablamos de Samaín, el origen de Halloween y cómo vivirlo con peques.
CÓMO CELEBRABAN NUESTROS ABUELOS
- Nos habéis contado que: «en Cantabria se celebra el Samuín. Cada lugar tiene sus tradiciones, pero no podemos dejar a un lado la cantidad de elementos comunes que tienen. Gracias por este hilo tan enriquecedor para conocer las tradiciones de tantos otros sitios.»
- También de Cantabria nos llegaba este mensaje: «un libro (que tendré en una caja del trastero) de leyendas de brujas de Cantabria habla de que la noche de los difuntos en los pueblos se ponía comida en los cruces de caminos, pues es por donde las ánimas venían a este mundo esa noche de muertos.»
- Cerquita, en Asturias, celebraban así: «la Nueche d’ánimes se agujereaban nabos (más tarde calabazas), se les ponía una vela y se dejaban en los cruces de los caminos y a las puertas de las casas (fuera) para que los espíritus de tus seres queridos vieran la luz para regresar esa noche. También se les dejaba comida y agua.»
- «En Álava (Euskadi) tenemos la «Gau Beltza» traducción: noche negra. Cuando yo era pequeña no lo celebraba ni conocía a nadie que lo hiciera, ahora que tengo peques, sí hacemos una mezcla del conocido «jaswelin» de las pelis. Hacemos una gyncana de noche en el pueblo y nos juntamos a picotear con amiguis.»
- «En mi pueblo del Alto Aragón mi abuelo cogía las mejores calabazas del huerto, de niños hacíamos con mi abuela las calabazas con las velas, que se ponían en la puerta de casa. Se salía con las velas por la noche, conocida como A nuei das almetas que se supone que esa noche podían comunicarse con nosotros. Íbamos por todas las casas ( pueblo de 20 casas) se unía más gente y te daban galletas, mandarinas… Al final terminaban siempre recordando a abuelos que nosotros nunca hemos conocido. Ahora hacemos nuei das almetas híbrido con Halloween, mis hijos se disfrazan, hacemos las calabazas, hacemos la ruta con las velas, les dan magdalenas, bizcochos…y terminamos todos merendando chocolate caliente. Nosotros colaboramos con magdalenas terroríficas. En los sitios pequeños se mantienen más las tradiciones. Es muy bonito. Aquí hay mucha tradición de brujería y siempre nos han contado muchas historias.»
- «En zonas de la antigua corona de Aragón se dejaba un plato en la mesa, la puerta sin cerrar, una luz encendida, se añadía una silla de más en las comidas… para que el alma de los familiares difuntos que se acercaba a casa en esas fechas se sintiese buen recibida.
- «En el Pirineo siempre hemos celebrado » a nuei d’ as almetas» , ahora hacemos un híbrido con jaloguin.
- Desde Mallorca nos dijeron que: «los jóvenes se disfrazaban de fantasma e iban a dar vueltas al cementerio del pueblo y también pedían algo “para las almas” de puerta en puerta; a los niños se les regalaban rosarios de dulces donde cada dulce representaba a un familiar difunto y se les unía con una cuerda para mantenerlos juntos incluso tras la muerte (hablo de hace mas de 100 años).»
- «En mi pueblo ( Extremadura) se vaciaban melones en forma de farol y se ponía una vela. Los monaguillos pedían dulces, membrillos, granadas y frutos secos por las casas y pasaban la noche tocando las campanas en honor de los difuntos. Desde una semana antes se formaba en cada casa un pequeño altar con una vela en recuerdo de los difuntos. Y el día siguiente se pasaba en la era enfrente del cementerio comiendo la “merendita».
- «En la huerta de Murcia los niños pedían “algo para la almas” (dulces) y también hacían lámparas con melones y calabazas para jugar a asustar.»
PD: Que no nos falten las risas, tenemos un reto gratuito para ti.
Que nunca nos falte la risa :))
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