Hoy os presentamos una de las compras estrella de este verano en materia lúdica: “Mi primer tesoro de juegos” de Haba, que lo podéis conseguir en Amazon por 23,50 euros (si compráis a través de este enlace recibimos una pequeña comisión).  No sé si tuvisteis de peques aquellos famosos juegos reunidos que tantas horas de diversión nos daban, pues esto es parecido pero para niños muy pequeños.  A partir de 3 años, aunque con Emma hemos conseguido jugar alguna partida también, y nada aburridos, incluso algunos son todo un reto, en el memory Abril me metió tal paliza que me regaló algunas cartas por compasión de ver la cara de monger que se me quedaba XD

Si os parece muy grande y os queréis llevar algún juego de vacas, no olvidéis pasaros por la entrada de juegos de mesa de viaje para niños y adultos.

Antes de dejaros con Macho Alfa, os voy a enseñar una foto por si alguien se imagina idílicas partidas con niñas robots de dos y cuatro años, nubes con forma de corazoncitos y música celestial de BSO. Esto tiene que ver más con la realidad: Niñas de dos años que quieren jugar pero aún no acaban de interiorizar las normas ( o igual pasan de ellas), padres amantísimos al borde del infarto cerebral porque no consiguen convencerla de que no puede interrumpir el juego porque el granjero tenga que dar de comer a una ovejita, y niñas de cuatro años que esperan pacientemente en estos arrebatos de juego simbólico (las 20 primeras veces).  Lo sé menuda decepción, MachoAlfa es del Madrid y lleva camisetas sin mangas XD (y bien bueno que estoy, no te fastidia)

Hola a tod@s, el nombre del juego que os reseño ya es, de por si, un gran reto. Lo podríamos meter en una caja junto a unas instrucciones y comercializarlo como party game para después de una cena con amigos. Imaginaos a los del anuncio aquel del Scarttergoris (los del pulpo como animal de compañía) intentando pronunciar el j……o nombre. Narices, si suena a magia arcana, como si fuera una expansión para el Arkham Horror…(momentazo friky)

Bueno, no desparramo más, que luego dicen que los post largos no se los lee nadie…XD

La traducción del título (lo dice en la caja en varios idiomas, porque no tengo ni paja de alemán) es “Mi primer tesoro de juegos”, y os tengo que reconocer que es muy cierto en cuanto a la cantidad en tan poco espacio (10 juegos) y a la calidad de la jugabilidad y de los componentes. Estos últimos son tremendamente llamativos: cartas, cartones gruesos, dos tableros reversibles para seis de los juegos y una gran cantidad de figuritas de madera de calidad y resistencia inmejorables para simular frutas, verduras y animales. Hasta una granjero con bigote que parece más un labrador de Murcia que de Baviera (quién sabe, he leído que desde 2008 han tenido que emigrar al extranjero un millón de españoles para buscarse la vida)

A continuación os hago un breve repaso de cada uno de los juegos para que sepáis lo que os vais a encontrar:

1/ El parchís de la granja:

Pues eso, un parchís para peques de 3 años en adelante en el que los jugadores usan como fichas estos animalitos de granja tan graciosos (los caballos, según Abril, son asturcones) y un dado de seis caras cuya puntuación más alta es un 3.

Las reglas son similares a las del parchís: cada jugador tiene tres animales en su establo y los tiene que llevar a comer dando la vuelta al tablero, con un tres sacas un animal o mueves a los que tengas fuera, y si caes en la casilla que ocupa el animal de otro jugador puedes enviarlo de nuevo a su establo. El jugador que antes coloque a sus tres animales en su comedero (identificado cada uno con un color para que no haya confusión) gana la partida.

Aquí tenéis distintos ejemplo de los animales que usaremos (probé, sin éxito, que se aparearan para poder criar)

2/ El campesino trabajador:

También a partir de 3 años, con la diferencia de que es cooperativo y adictivo de narices (Abril abandonó en mitad de una partida, pero los mayores no pudimos dejar de jugar –varias veces- hasta que conseguimos ganar in extremis)

La mecánica es sencilla: todos jugamos con el campesino, y el objetivo es dar la vuelta al tablero pasando por todas las tareas de la granja y acabándolas antes de volver a casa sin que caiga la noche. Para conseguirlo, cada jugador tirará, por turnos, un dado con puntos de colores, si en la casilla siguiente hay una flor que coincide con el color del dado el campesino avanza hasta esa casilla, si no es el caso, se pone una estrella en el centro del tablero (el campesino está cansado y decide no trabajar en ese turno)

Cada vez que pasamos sobre una una de las casillas grandes, ponemos un disco que indica que esa tarea ya está acabada. Si conseguimos dar la vuelta al tablero sin colocar todas las estrellas y la luna, ganamos la partida  (no os penséis que es fácil aunque así lo parezca)

3/ Vamos de compras:

Nos gustó nada más verlo, a la vez juego de mesa y juego simbólico para peques a partir de 3 años. Sencillo y vistoso a partes iguales, cada jugador (4 como mucho) coge una lista de la compra al azar e intenta completarla con los productos que hay en el mercado. Para ello, colocamos el tablero del mercado y sobre cada una de las cestas de colores colocamos los alimentos correspondientes. Por turnos, cada jugador lanzará el dado de colores y cogerá el alimento que coincida con el color del dado y su lista de la compra. Gana el jugador que antes complete su lista.

Para hacerlo más realista podéis inventaros listas más largas o hacer comidas que tengan que ver con lo que habéis comprado previamente en el juego.

4/ ¡A los pastos, listos, ya!:

En este caso, jugaremos con un tablero en el que aparecen animales de granja en los lados y con 16 losetas de cartón grueso que represen a los mismos animales. Se coge al campesino y se coloca en cualquier casilla lateral, y las losetas se colocan bocabajo en las casillas del centro del tablero. A partir de aquí, cada jugador tirará el dado y moverá tantas casillas laterales como este le indique, si la casilla en la que se cae tiene un animal hay que tratar de adivinar que loseta escode a ese animal, en caso de acertar el jugador se queda con la loseta como premio (quién más losetas tenga al final, gana la partida) pero si no es así todos los jugadores deberán recordar que animal escondía esa loseta para poderse beneficiar en futuros turnos.

Como veis, el camino lateral por el que va el campesino tiene cuatro esquinas sin animales, en ese caso, el jugador que dirigía al campesino en ese turno puede elegir una loseta cualquiera y ver, en secreto, qué animal esconde.

No es coña si os digo que gané la partida por los pelos, Abril me dejó alucinado con la capacidad de su memoria.

5/ Pradera y establo:

Todo un clásico, un juego de emparejar animales en el que usaremos 32 losetas. No hay más misterio, se coge una loseta de pradera, se descubre su animal y se intenta adivinar en qué loseta de establo está su pareja.

6/Múu Múu:

A partir de aquí la dificultad aumenta un poco. En este caso, encontramos un juego muy similar al UNO pero que, en vez de números, usamos dibujos de objetos típicos de granja junto a los colores. Cada jugador va tirando cartas que coincidan con el color o el símbolo de la carta descubierta prestando atención porque en determinados casos aparecerán cartas con acciones especiales (invertir el sentido de los turnos, saltar el turno de un jugador, etc.) Gana e jugador que antes se descarte y diga bien alto: Múu Múu.

7/ El cuarteto dela granja:

¿Habéis jugado alguna vez a las familias con las cartas? Pues eso, nos repartimos las cartas y vamos preguntando a los demás jugadores por las cartas que tienen con el objetivo de completar el máximo numero de cuartetos posibles (siempre me acuerdo de una película española…”Ful de negros-chinos”, XD)

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8/  El dormilón:

Un poco complicado para jugadores muy peques, pero se puede intentar. En este caso, utilizaremos las cartas, las estrellas, la luna y al campesino de Murcia (XD).

Por rondas, se elegirá a un director de juego que estará representado por el campesino y que será el encargado de dar las órdenes. Cada vez que el director del juego lo ordene, todos los jugadores deberán elegir una carta de su mano (previamente barajadas y repartidas) y se la pasará en secreto al jugador de su izquierda. El jugador que antes complete un trio (hará un sueño realidad) deberá dejar las cartas sobre la mesa, descubiertas, de forma discreta y llevarse un dedo a la nariz antes de que el resto de jugadores se percaten. Si los demás jugadores se dan cuenta de la jugada, intentarán hacer lo mismo más rápidamente posible, el último en conseguirlo será el “dormilón” y recibirá un estrella como penalización (o la luna si se agotan las estrellas)

Gana el jugador que menos piezas de madera tenga. En caso de empate, ganan los empatados.

Aunque no lo creáis, si consigues distraer con cualquier chorrada al resto de los jugadores, puedes dejar las cartas y llevarte el dedo a la nariz de forma discreta. Es un desternille ver como los demás se quedan flipados al darse cuenta y corren a hacer lo mismo para no ser el último. Y si no consigues una distracción, pues a lo descarado y ¡¡dormilón el último!!

9/ Un día en el mercado:

Muy similar al “Vamos de compras”, pero en este caso todos los jugadores juegan con todas las listas de la compra, lanzan el dado por turnos y según el color cogen un alimento y lo colocan en una lista. El jugador que complete una de las listas se la queda, y gana quién tenga más listas al final de la partida (en caso de empate, ganan los empatados)

10/ Carrera por la granja:

Divertido, adictivo y el típico juego en el que acabas odiando al resto de los jugadores (;P) Cada uno elige a un animal y lo coloca en la salida (la casa de campo) junto al campesino. Por turnos, cada jugador irá tirando el dado de colores y verá si en la siguiente casilla hay una flor que coincida con el color del dado, si es así se mueve al campesino y se decide si seguir tirando o mover el animal elegido a la casilla del campesino, si la flor y el dado no coinciden no se mueven ni el campesino ni el animal y el turno pasa al siguiente jugador. Gana el jugador que consiga ser el primero en dar una vuelta completa al tablero.

Advertencia: te picas de narices, y es habitual que cuando estás saboreando la llegada a la meta, falles y te adelante otro jugador (¡Zas! en toda la boca)

Bueno, espero que os haya gustado el repaso, y os repito: son muchos juegos y con edades muy variadas (entre 3 y 12 años). Es verdad que la caja es algo grande como para llevarla de viaje, pero si, como nosotros, acostumbráis a llevaros varias opciones para jugar en vacaciones, aquí tenéis todas reunidas en una sola caja.

 

¿Os gusta? ¿Lo tenéis? ¿Sugerencias similares? Os esperamos en los comentarios.

Un saludo y felices vacaciones.