Conocí a Malena hace unos años, en uno de sus cursos de matemáticas manipulativas para profes y padres, su blog ya me parecía de referencia, pero sus cursos me terminaron de encandilar. Además de su proyecto de formación y difusión del aprendizaje de matemáticas de forma manipulativa, también tienen, ella y su marido Jordi, una tienda donde nos ofrecen una selección estupenda de materiales para propiciar este aprendizaje vivencial y manipulativo. Regletas, bloques lógicos, policubos,… y una muy cuidada selección de juegos de mesa para aprender matemáticas jugando, de los que podemos destacar los siguientes:

Para los más peques (3-6 años)

Para los mayores (a partir de 6-8 años)

La tienda web de Aprendiendo Matemáticas es muy intuitiva y fácil de usar: Está dividida en distintas secciones: Por Área, Por Edades, Tipo De Juego y Novedades. Y también por tipo de juego (de viaje, cooperativo, lógica) y fabricante.  A partir de 60 euros el envío es gratuito (y muy rápido, al menos en nuestro caso) y aunque no tienen tienda física, pueden asesoraros por teléfono.
Queremos agradecer a Aprendiendo matemáticas que nos hayan donado estos juegos para la sección Juego de Tronas: Color Code, La isla, Saboteur y  Nautilus, con éste último nos hemos pegado un buen pique este puente XD. Os dejo con MachoAlfa, espero que os gusten sus reseñas.

Colour Code:

Buenas a todos, espero que la preNavidad vaya bien. Yo ando liado, ya sabéis, de evaluaciones y esas cosas, no obstante, cuando Bei me propuso estas reseñas con la donación de Aprendiendo matemáticas, no me lo pensé dos veces. No me cansaré de agradecer su confianza y de que eligieran mi humilde sección para dar soporte a una pequeña parte de su mundo. Muchas gracias!!

Lo primero que os voy a reseñar no es propiamente un juego de mesa, es más bien un juego de habilidad y lógica, y no es lo primero de Smart Games que llega a casa. En este caso, Colour Code consta de un pequeño atril en el que iremos encajando unas láminas de plástico transparente.

En cada lámina aparece impresa una figura geométrica de un color diferente, y, como es costumbre en Smart Games, un pequeño libreto nos irá ofreciendo múltiples retos, a cada cual más difícil.

Dicho así, no parece que ofrezca mucho entretenimiento más allá de 15 minutos, sin embargo, nosotros llevamos una semana picados. Nos turnamos, nos retamos, nos cronometramos, e incluso, realizamos los retos más difíciles de forma colaborativa.

Y si tienes mesa de luz, prueba a utilizar las láminas sobre la misma, las posibilidades son infinitas.

Al igual que todos los juegos de Smart Games, Colour Code cuenta con un acabado más que decente, y las piezas están hechas para soportar los peores tratos. Hasta el libreto de retos viene en un papel especial que facilita su limpieza en caso de derramarse una bebida.

Saboteur

Este tipo de juegos me encantan, algún día os reseñaré La Resistencia, que para mi gusto es el mejor, pero éste no se queda atrás. Una gran dosis de jugabilidad, a medio camino entre la tranquilidad y la agitación (no es coña, en la parte trasera de la caja viene un medidor que lo especifica) y una mecánica sencilla que no dejará a nadie indiferente. Aunque , en principio, es para niños más mayores, este puente hemos jugado con Abril (4,5 años).

Saboteur es un juego de cartas, de identidades secretas y, hasta cierto punto cooperativo. Una mezcla que, a priori, parece un tanto extraña pero que garantiza intensos ratos de diversión, aunque solo sea por la cantidad de jugadores que permite (hasta un máximo de 12)

Como si fuéramos los enanitos de Blancanieves, cada jugador encarna a un enano que trabaja en una mina de oro, no obstante, habrá enanos decentes buscadores de oro y habrá otros que trabajen como corruptos saboteadores que intenten quedarse el botín para ellos solos (otro ejemplo de que la realidad no se diferencia tanto de lo que podemos considerar ficción), pero ojo, nadie conoce a nadie, todas las identidades son secretas y no se revelarán hasta el final de la partida. Hasta ese momento, solo la confianza ciega en nuestros supuestos aliados puede guiarnos…o traicionarnos.

Seamos lo que seamos, la tarea es sencilla. Los buscadores deben construir un túnel para llegar  la cámara donde se encuentra el oro y repartirlo, los saboteadores deben impedirlo sin que se noten sus intenciones. Aquí primarán las dotes interpretativas y el hacerse el loco o el «guiri» en Torremolinos, porque si te pillan será complicado que los buscadores no ganen la partida.

Para desempeñar nuestras tareas contaremos con cartas de túnel que nos permitirán llegar hasta el tesoro, conducir el camino a un callejón sin salida o derrumbar parte del mismo; cartas de herramienta que nos asegurarán un trabajo rápido y cartas de sabotaje para impedir a cualquiera trabajar.

La mecánica es muy sencilla, se pone una carta de laberinto para continuar el camino o se juega una carta de herramienta rota o arreglada sobre cualquiera de los oponentes. Si no se quiere o no se puede hacer cualquiera de estas acciones también se puede pasar, pero eso genera el coste de una carta cualquiera de nuestra mano. Después de realizar nuestra acción, robamos una carta de la pila donde se mezclan cartas de túnel con cartas de herramienta,  y se cede el turno al siguiente jugador. La operación se repite hasta que los buscadores llegan al tesoro o hasta que los saboteadores han liado tanto el laberinto que lo primero es imposible.

La traición y la cooperación estarán siempre presentes, pero al final de la tercera ronda solo los enanos con más ganancias ganarán la partida. Y si esto no fuera suficiente, la caja básica contiene también la expansión con nuevos enanos, nuevas cartas túnel con diferentes obstáculos y más botín para repartir.

Me pregunto se sería esto a lo que se dedicaban los enanitos de Blancanieves cuando pasaban tantas horas fuera de casa, ¡Qué difícil es conciliar vida familiar y vida laboral!

Mañana seguiremos con La Isla y Nautilus…

¿Conociais esta genial tienda? ¿y estos juegos?

Buen fin de semana

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