Hoy en el blog hablamos sobre TEA, Trastorno del especto autista, «un trastorno neurobiológico, una alteración de los modos naturales en que la persona comprende el mundo social y emocional, y que se expresa en comportamientos diferentes a los neurotípicos, especialmente, en lo que respecta a la comunicación y relaciones con los demás» como lo define Marlene Horna. Os dejo con ella, viene esta semana a dar una formación a Madrid y me ha parecido interesante entrevistarla 🙂

Bienvenida Marlene, ¿si tuvieras que definir el Trastorno del Espectro Autista (TEA) como lo harías en una frase?

El TEA es un trastorno neurobiológico, una alteración de los modos naturales en que la persona comprende el mundo social y emocional, y que se expresa en comportamientos diferentes a los neurotípicos, especialmente, en lo que respecta a la comunicación y relaciones con los demás.

¿Cuál es el mayor reto al que se enfrentan las familias?

Pues, frecuentemente, conseguir el diagnóstico y el apoyo especializado a la edad más temprana posible que les ayude a comprender mejor las capacidades y retos de su hijo. A partir de ahí, el reto será crear una red de apoyo en el que trabajen coordinadamente en equipo: familia, comunidad educativa y especialistas externos, para favorecer el desarrollo y la calidad de vida, tanto de su hijo como del resto de la familia.

¿Y los docentes?

Ser capaces de comprender el estilo cognitivo particular de su alumno y, a partir de ahí, conseguir que aprenda y que participe activamente de todas las oportunidades que la escuela le ofrece, no sólo académicas sino de relación y disfrute con sus compañeros. En otras palabras, garantizar su plena inclusión. Es bueno recordar que cualquier persona, por muy importantes que sean sus necesidades de apoyo, puede avanzar siempre que cuente con los apoyos oportunos. Un ejercicio recomendable es que dentro de la comunidad educativa dediquemos tiempo y esfuerzo para reflexionar sobre nuestras políticas y prácticas para hacer planes de mejora que derriben todas las barreras a la inclusión educativa que aún existen.

¿Cómo es la adaptación curricular a un alumno TEA?

Dependerá de cada caso, será muy diferente en personas con TEA con discapacidad intelectual asociada que en personas con un nivel intelectual normal o superior. En cualquier caso, es bueno recordar que muchas veces la diferencia no está tanto en qué tienen que aprender sino en el cómo. Necesitan una enseñanza muy explícita, intencional, que resalte lo relevante y con presentaciones de los contenidos muy visuales, y no se beneficiarán tanto como otros niños de la observación, imitación, explicaciones orales (nuestras clases siguen siendo muy “oralistas”), aprendizajes espontáneos e incidentales. Por muy diversos motivos, frecuentemente, no reciben este tipo de enseñanza que necesitan y muchos alumnos fracasan en aprendizajes que de otra manera sí hubieran podido alcanzar.

¿Qué consejo darías a las familias y los docentes que se enfrentan por primera vez a esta situación?

Empezar por establecer cauces  flexibles y fluidos de comunicación, de aprendizaje y de apoyo mutuo entre ellos. Informarse y formarse. Saber pedir ayuda. Y respetar y valorar la diferencia de estos alumnos tan singulares pero que, a la vez, desean lo mismo que todos nosotros: ser aceptados, valorados, respetados, incluidos y felices.

Gracias Marlene 🙂