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Muchas veces, cuando pongo fotos de Emma,  me preguntáis  por los pañales de tela que usamos y si estamos contentos, espero que con este post pueda resolver vuestras dudas. Es la opción que mejor funciona para nuestra familia, por economía, por ecología, por sostenibilidad, por salud, y ¡además son preciosos!

Empezamos a usar pañales de tela cuando Abril tenía un par de días de vida y estaba llena de dudas, pero ahora por suerte cada día hay más gente que los utiliza y sobre todo, estupendas expertas que dan charlas al respecto. Os recomiendo encarecidamente si os estáis planteando usarlos que os apuntéis a una de las charlas que da Eloísa, tanto en su tienda física Oh La Luna, como online, de momento os contesto a las dudas más frecuentes.

1) ¿Qué tipos de pañales existen?

Todo pañal tiene dos partes, una absorbente y otra retenedora. La absorbente está en contacto con la piel y absorbe el pis del bebé y la retenedora impide que salga fuera y moje la ropa. Hay de varios tipos:

– Todo en uno: Los más parecidos a los desechables, la desventaja es que suelen tardar más en secar, la ventaja, la simplicidad. Nuestros preferidos los simplex.

– Todo en dos: Similar al anterior, hay que montarlos después de lavarlos, pero funcionan genial. Nuestros preferidos, los itti bitti d’lish .

– Rellenadles: Se parecen a los anteriores sólo que la parte absorbente se mete en un bolsillito. Funcionan genial para muchas familias, pero a nosotras no nos terminan de convencer, a excepción de los pañales GAD que nos encantan.

– Ajustados: Estos pañales se pueden utilizar con una parte retenedora (cobertor de pul, polar o nuestro material preferido, la lana) o en veranito sin ella. También son los mejores para utilizar por la noche. Parecidos a estos son los predoblados y las gasas. Nuestros preferidos son los artesanos.

– Híbridos: Son pañales que constan de dos partes también, la parte retenedora es siempre la misma, la parte absorbente puede ser de tela o desechable. A nosotras no nos convencen, pero puede ser una opción para muchas familias.

2) ¿Cuántos necesito para empezar?

Para empezar necesitas un pañal, para probarlo, ver si te apañas y te gusta. Si es así, te recomiendo que compres de varios tipos antes de lanzarte, combinando con desechables si es necesario. Si estás embarazada y estás totalmente convencida, se habla de unos 20 pañales, pero depende mucho del bebé y de la cantidad de lavadoras que desees poner a la semana.

3) ¿Qué pañales compro?

Ésta es la pregunta más difícil de responder porque a cada niño le va bien un sistema. Ninguna de mis hijas toleran bien la humedad, así que siempre usamos tejidos sintéticos en contacto con la piel (siempre-seco de polar o micropolar), sin embargo otros bebés no lo soportan y sólo toleran tejidos naturales (algodón, cáñamo, bambú). Lo mejor es comprar de varios tipos de sistemas (Todo en uno/dos, rellenables, ajustados,…) y de diversos tamaños (unitalla o sistema por tallas) e ir probando cual nos convence más. Hay un mercado de segunda mano muy interesante, también podéis comprar allí para probar.

4) ¿Y cómo se lavan? ¿Y las cacas?

Esta pregunta me encanta, sobre todo cuando me la hacen mamás cuyos hijos son lactantes de meses y su caca huele a gloria. Creedme que mis momentos más escatológicos han sido cuando Abril había dejado ya el pañal. La caca se va genial con agua (nosotros tenemos una ducha de pañales, bueno en el leroy merlin me lo vendieron como un “lavachochos” casi me muero de la risa ese día) y si no, venden unos forritos especiales que se pueden desechar por el inodoro. ¡El lavado se hace en la lavadora! Con muuuucha agua y poco jabón, nosotros usamos detergente especial para pañales, rocking green, pero cualquier jabón sin enzimas podría valer (el de mercadona pieles sensibles por ejemplo)

5) ¿Y para las vacaciones?

Pues siempre se puede volver a los desechables para vacaciones. Nosotros si es un fin de semana nos los llevamos, si es un puente largo o vacaciones donde no tenemos lavadora, nos llevamos desechables. Una vez probamos los híbridos para este menester, pero es fácil que se manchen los cobertores y tener que lavarlos a mano no es agradable.


6) ¿Y si no me apaño?

He aconsejado sobre pañales de tela a muchísimas mamás en los últimos tres años, prácticamente la mayoría han abrazado la alternativa con los brazos abiertos. Algunas mamás han estado encantadas hasta que se han incorporado de su baja maternal y muy muy pocas han abandonado nada más empezar. Las razones de esto son diversas, puedo resumirlas en poco apoyo de su entorno familiar, que les abrumaba el trabajo que implica y que no han encontrado el pañal adecuado para su bebé. Si eso te ocurre, no pasa nada, tan sólo habrás invertido unos pocos euros si los has comprado de segunda mano y si los has comprado nuevos, siempre podrás venderlos y recuperar la mitad de tu inversión. 

7) ¿Qué dificultades puedo encontrarme?

Tal y como apuntaba es relativamente frecuente lo siguiente

– Poco apoyo de su entorno familiar: Para este problema no tengo otra solución que ofrecerles información, que lean, comparen y prueben. Macho Alfa la primera vez que le hablé de lo
s pañales de tela puso una cara que no se me olvidará en la vida y ahora es sistemáticamente Testigo en la Fiesta de los pañales de tela que es cada año el cambio simultaneo de pañales, le tenemos ganado para la causa 😉

– Que les abrumaba el trabajo que implica: Tampoco tengo solución: el puerperio de Abril me lo pasé lavando gasas y el de Emma lavando cada día porqué pañaleaba con las dos. Es mucho trabajo, es de necios negarlo, pero a mí me ha compensado y me compensará cada día. Cada familia tiene que ver sus circunstancias. Yo soy una defensora a ultranza del colecho y sin embargo para nuestra familia no funciona, las niñas duermen con su padre y yo en otra habitación. Lo importante es estar todos felices y cómodos, con el sueño y también con los pañales.

– No han encontrado el pañal adecuado para su bebé: Para esta circunstancia si hay alternativa, sigue probando, no es necesario el todo o nada, puedes combinar con desechables para salidas, para la noche… Consulta en foros, consulta en las tiendas, pregunta a tus amigas, grupos de crianza, pide pañales prestados. Muchas veces he seleccionado para mis amigas una serie de pañales de diversos tipos para que probaran, al cabo de unas semanas me los han devuelto y han comprado lo que funcionaba para sus hijos solamente. Red Canguro tiene un fondo de pañales para prestar.

– Problemas de olores: Suelen ser por una rutina equivocada de lavado, aunque hay veces que es cuestión de la lavadora, que es ecológica y gasta muy poco agua y los pañales necesitan muy poco jabón y mucha, mucha, muchísima agua.


8) ¿Pero realmente es más ecológico?

Sí rotundo. No me cabe la menor duda. Partimos de la base de que si utiliza pañales desechables, un bebé usará de media unos 7000 hasta dejar el pañal, frente a los 20 que usaría de tela. El argumento numérico es el más aplastante. Para fabricar los pañales desechables se utiliza muchísima agua, mucha más de la que se utiliza para lavar los de tela. Sin incluir los recursos que se invierten en transportarlos y, sobre todo, deshacerse de ellos. Sobre todo siempre digo que mis hijas, que viven en la cultura de usar y tirar, están viviendo día a día la sostenibilidad, el poder reutilizar, revender cuando se nos queda pequeño, así como la generosidad, de regalar o donar a quien lo necesita.

9) ¿Dejan antes el pañal los bebés que usan pañales de tela?

Esta pregunta me la hacen mucho, según entiendo yo el proceso de dejar el pañal (ya os lo apunté en este post), siendo lo más respetuosos posibles con nuestros hijos, dudo que influya. Bien es verdad que gracias a que el pañal se moja, el niño entiende mejor el proceso interno que si el pis cae en un desechable y sigue seco, entonces sí creo que los pañales de tela mejoran su propia concepción y puede que lleguen a controlar el proceso antes. Sin embargo, dejar el pañal no es solo controlar esfínteres, es querer hacerlo, es desear asumir con todas las consecuencias todo lo que implica no llevar pañal. No es una tarea fácil, sobre todo para niños muy sensibles. Para muestra, el caso de Abril, dejo de hacerse pis de noche con un año, con 18 meses ya no quería llevarlo, con 2 años tenía totalmente controlado el pis dentro de casa y no fue hasta un año después cuando se decidió a llevarlo fuera de casa. No ha sido fácil, sobre todo por los comentarios que hemos tenido que aguantar. 

  

10) ¿Has tenido alguna dificultad?

Sí, nuestra dificultad principal ha sido que la piel de las niñas es muy delicada. A Abril cualquier pequeño impacto emocional le provoca un brote de dermatitis y Emma, si bien no es así, también tiene la piel muy sensible. Es muy fácil que le salgan heriditas y hay que cambiarlas muy frecuentemente. En ocasiones, hemos tenido que poner arcilla verde y pomada antibiótica y usar desechables por la noche, que no podemos cambiarla frecuentemente. Los desechables no mejoran la situación, se les pone el culito rojo mandril y les salen ronchas, aunque los desechables ecológicos nos van mejor (usamos bio moltex).

Espero que os haya parecido interesante y me contéis vuestra experiencia 🙂 os dejo con unas fotitos de la tienda de pañales que organizaron las peques el otro día 🙂

¡Espera un momentito!

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