Los kiwis son una fuente estupenda de vitamina C y fibra, y actinidina, una enzima natural que facilita la digestión. Por eso, hoy os traigo una receta con kiwis, la variedad Green, de Zespri, aunque primero tengo que confesar que yo no como kiwis, ¡Qué incongruencia!, ¿no? Es porque tengo alergia a verduras y frutas crudas, entre las que se encuentra el kiwi. Una vegetariana con alergia a frutas y verduras ¿Qué incongruencia!, ¿no? Realmente es que me gustan los retos, ya lo sabéis jiji. El caso es que siempre que las niñas me insisten “Mira que kiwi más rico, mami? (Ellas los devoran) me acuerdo de Fernando Tejero en “Aquí no hay quien viva” cuando perseguía a su padre con los kiwis XD

Bromas aparte, la receta de hoy es fácil y sana, con la fuente enorme de vitaminas y fibra de los kiwis, alforfón -o trigo sarraceno- (que realmente no es trigo, pues no es un cereal, pero es rico en proteínas, lisina, aminoácidos y fibra) y un poco de bebida vegetal (avena, almendras,…) o de leche. Y sin azúcar, porque le vamos a echar sirope de ágave. Las niñas le echaron nata para emplatar jijij ¡un día es un día! Pero realmente es una receta apta para celiacos y alérgicos a la leche de vaca y huevo, una buena alternativa a las “tortitas tradicionales”, mucho más sana y nutritiva.

Os dejo con mis Tigris preparando la receta, como ya me habréis oído decir más veces, cocinar es la actividad Montessori más completa que existe, y con unas mínimas precauciones a la hora de cocinar con niños, desde bien pequeñitos pueden desenvolverse muy bien en la cocina.

Necesitamos lo siguiente:

• Un vaso de trigo sarraceno entero previamente remojado dos o tres horas (también se puede usar harina ya molida)*
• Medio vasito de bebida vegetal (o leche de vaca)*
• Un chorro de sirope de ágave (o melaza, o panela, o azúcar moreno al gusto)
• Kiwis Zespri Green (aunque también podéis usar los Gold que son más dulcecitos)
• Opcional: Nata y menta para decorar

*Con niños pequeños es muy útil decírles las medidas en vasos cuando aún no tienen muchos conocimientos matemáticos 🙂 Me gusta también apuntar la receta con pictogramas (Y así practican lectoescritura)

Los pasos para hacer la receta son los siguientes:

1/ Pelar los kiwis (ya sabéis que la norma en casa es que los cuchillos siempre se usan con adulto delante) y cortarlos en rodajas

2/ Añadir al robot de cocina los ingredientes  y batir a máxima velocidad

3/ Bailar locamente mientras se prepara la masa XD

4/ Pasamos a un recipiente más pequeño para que los niños puedan usarlo con facilidad (y practicar el giro de muñeca tan importante para lectoescritura en Montessori)

5/ Animamos a los peques a que viertan con cuidado la masa en la crepera y a que añadan los trocitos ya cortados de kiwi, uno en cada tortita (y prácticamos correspondencía uno a uno XD)

6/ Si son maestros creperos sabrán que en cuanto salen estos agujeritos, ya se les puede dar la vuelta, sino les animamos a calcularlo (Lección de química)

7/ Y les animamos a hacerlo con cautela, ¿Habéis visto que maña se da Abrili? (Física y giro de muñeca)

Cuando estén listos, sacamos de la crepera, emplatamos, añadimos sirope (o la deliciosa crema de chocolate y avellanas que nos enseñaron a preparar el otro día en VeggieKids los chicos de Nutrición Esencial o mermelada casera sin azúcar).  Añadimos más kiwis, y si queremos un exceso, un poquito de nata , junto con menta recién cortada de nuestro huerto aromático para decorar.

Rico, rico, sano, sano 🙂 Y la manita que se cuela en la foto de la receta no podía esperar a comerse otro kiwi.

Como veis, ¡los niños si pueden cocinar! Estoy preparando un post con todos los “cacharritos» que tienen las niñas, espero poder mostrároslo cuanto antes, porque para ellos cocinar es una actividad genial, un estímulo genial para su autoestima y autonomía, merece la pena quitarnos el miedo de encima. ¿Os animáis?

¡Espero que os guste la receta, os espero en los comentarios!