Ahora en verano, con el calor que está haciendo, os proponemos unos helados la mar de ricos y bien sencillos.

Estamos casi seguros de que todos hemos hecho, cuando éramos niños, helados caseros en verano. Ya fuera con yogur, zumo, cacao… vamos, todo lo que pillabas por la cocina. Hoy vamos a rememorar “aquellos maravillosos años”.

Los puedes hacer con cualquier fruta que te guste, pero recuerda que tiene que estar bien madurita para que así no sea necesario usar ningún tipo de edulcorante.

Junto con la fruta, utilizamos leche de coco, que es más grasa que las demás leches vegetales y quedan más cremosos.

Puedes usar cualquier molde de helado, los encontrarás con facilidad y de gran variedad.

Nosotros nos hemos venido arriba y nos hemos hecho con tres modelos distintos, tipo “Polo” de toda la vida, tipo “Bombón” y “Calippo”.

Ingredientes:

– 2 o 3 mangos maduros (700 gr de fruta limpia de hueso y piel).

– 400 ml de leche de coco.

Elaboración:

Limpia y corta la fruta en trozos no muy grandes para que la batidora pueda con ellos.

Congélalos en una bolsa con cierre hermético apta para congelación. Tras 3 o 4 horas, cuando estén bien congelados, tritura la fruta junto con la leche de coco, verás que se forma una especie de helado bien cremoso, cuando tenga una textura homogénea puedes llenar los moldes de helado y congelarlos de nuevo hasta que cuajen completamente.

Si no tienes moldes de helado, puedes utilizar una cubitera grande o incluso vasitos de chupito con un palito.

También puedes poner la mezcla en una tarrina grande y llevar al congelador pero recuerda que si no utilizas una heladera, tendrás que remover el helado cada 45 min hasta que se congele completamente para romper los cristales de hielo que se vayan formando. Así tendrás un helado más cremoso.

Si no quieres usar leche de coco, puedes utilizar cualquier leche vegetal pero como su contenido en grasa es menor, se formarán más cristales de hielo.