Desde Bruño, dentro de su #ProyectoCeroTres,  nos enviaron este precioso libro para que les diéramos su opinión. Me encantan los libros de bebés que crecen con los peques y éste puede ser uno de ellos. Al principio, por su pasta dura y texturas, es genial para bebés, pero a partir del año y medio puede usarse como puzle, e incluso, más adelante, como material para aprender los colores o incluso, lectoescritura.

Este libro es el típico de bebés, de hojas duras, gruesas y resistentes, pero que además lleva las piezas de los animales troqueladas a modo de puzle, con lo que se pueden meter y sacar. Así les ayudamos a desarrollar el sentido visual y la motricidad, y, además, pueden dar mucho juego, tanto como para contarles el cuento a los peques, como para que jueguen con él.

A diferencia de otros libros de bebés del mercado, “Los colores” tiene imágenes muy vivas, reales, tal y como nos gustan en Montessori, para que los pequeños puedan conocer bien la realidad que les rodea, pero además la portada esta llena de color, con un arco iris y purpurina, es muy muy atrayente. Además, gracias a las diferentes texturas, es muy atractivo para los bebés, a ambas Tigris este tipo de cuentos las fascinaban desde los 3 meses al año de vida. En las fotos podéis ver una muestra de estas texturas, ya sabéis que los niños, especialmente los más pequeños, aprenden gracias a los sentidos, con lo que este tipo de cuentos son muy recomendables para ellos.

Aunque las niñas ya son mayores para este tipo de libros y están ya muy acostumbradas a leer cuentos e historias más largos, disfrutaron mucho con él. Abril “leyendo” y Emma escuchando. Cada cierto tiempo gritaba “Abrazoooos” y eso se lo debemos a mi amiga Cris, de Froggies, una cuentacuentos excepcional.

A menudo, los niños muestran un sano apego a los libros que tuvieron de pequeñines, así que si podemos aprovecharlos para cuando crecen, podemos aprovechar este amor por el libro para hacerlo aún más atractivo para sus aprendizajes. Ahora mismo Emma está en un período sensible de aprendizaje de colores, así que me pareció un material maravilloso para esto. Os muestro las actividades que hicimos:

Primero, con el arco iris Waldorf, construyeron un Arco Iris como en la portada.

Después, con las piezas del Arco Iris, Abril le preparó a Emma un ejercicio de discriminación de color (le encanta enseñarle cosas y a mí verlas). Emma tenía que coger el animal troquelado y dejarlo en los huecos de colores.

Más tarde, repitieron este ejercicio con el puzle Waldorf, Lo montaron por colores y lo hicieron juntas. Lo más difícil era sacar el animalito (motricidad fina a tope :P)

Entonces se me ocurrió que podíamos adaptar el ejercicio a las necesidades de Abril. Con el alfabeto móvil escribí las palabras de los animales y use el puzzle waldorf como control de error (tapado por la alfombra) para un ejercicio de discriminación de lectoescritura. La cara que puso cuando vio que había acertado todas fue genial.

Sin duda una opción a tener en cuenta para regalar a un primer cumpleañero o un recién nacido, lo podéis comprar por algo más de 10 Euros en cualquier librería o en Amazon (enlace afiliado).

¿Qué os ha parecido? ¿Se os habían ocurrido todas estas cosas para hacer con un «simple» libro de bebés? ¡Contadme!

¡Muy feliz miércoles!