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Nota: Antes de empezar a leer os sugiero empezar por este post en inglés sobre las condiciones de seguridad de la mesa de luz casera. Este post es antiguo (Abril tenía 15 meses y no se vendían mesas ni paneles, por eso la hicimos) y después supimos cuales eran las condiciones de seguridad necesarias.  Gracias

Hace un año y pico, vi una mesa de luz buceando en Internet y busque la forma de hacerla sin tener que gastarnos un dineral. He contado el making off muchas veces via facebook, ahora ya está en nuestro blog 🙂 Abril era super chiquitita y Emma diminuta en mi barriga, que nostalgía me traen estas fotos.

Una mesa de luz es un recurso increíble para esos días de invierno que te quedas sin ideas de cosas que hacer con los peques. Dependiendo de su edad, se pueden hacer unas actividades u otras, desde jugar con palillos de colores haciendo formas geométricas hasta calcar dibujos (lo que todos hemos hecho en la ventana pero en versión profesional jeje).

 

Cuando le propuse hacer un DIY al Macho Alfa de la casa reutilizando una mesa Lack de IKEA que tenemos en casa, se negó en rotundo a utilizar la caladora con la que estaba cayendo fuera y mucho menos dentro de casa. Así que apenadas nos fuimos al IKEA, que se está calentita y siempre tienen “tortitas”  y de paso, buscábamos alternativas. Allí encontramos una mesa con la que hacer el proyecto: la mesa Lätt, vimos que se le podía poner el sobre de melanina de trasera y ponerle un nuevo sobre de vidrio plástico y que la inversión en tiempo de bricolaje sería mínima. Por sólo 20 euros entraban además dos sillitas para peques, así que la mesa nos saldría por escasos 60 euros. Y entonces nos pusimos manos a la obra

Los materiales son los siguientes:
– Mesa Lätt de IKEA (20 euros)
– Vidrio plástico de Leroy Merlín (la lámina cuesta 12,80 euros y te la cortan a la medida que desees)
– Fluorescentes y material eléctrico (lo compramos en un bazar de chinos, nos costo todo unos 20 euros)
– Lamina de IKEA opcional (protege la mesa de pintadas y cuesta 6 euros)
– Sería ideal tener tambien un juego de espejos, pero aún no hemos encontrado nada que nos guste. De momento el cocodrilo del IKEA hace su servicio 🙂

Aquí va el paso a paso:

1) Primero montamos la mesa y las sillas, siguiendo las instrucciones, salvo el punto de montar el sobre de la mesa, pues lo clavaremos más tarde como trasera.
2) Hacemos un agujerito en la trasera para pasar los cables, con un punzón o cualquier cosa que tengamos a mano.
3) Presentamos los fluorescentes.
4) Cortamos el cable y lo metemos por el agujero.
5) Presentamos la trasera.
6) Clavamos los clavitos.
7) También ponemos patitas (las teníamos por casa, pero se pueden comprar en cualquier ferretería, son opcionales, pero las recomendamos para no dañar el suelo).
8) Muy importante, tener bellas ayudantes de año y medio.
9) Con la trasera ya montada preparamos los cables. Aquí hay dos formas de hacerlo, una más fácil y rápida, que es simplemente dejar los tres fluorescentes enchufados a la regleta y entonces enchufar y desenchufar la mesa. La otra, que es por la que optamos nosotros, para darle más autonomía a la nena: cortar el cable e instalar un interruptor, empalmando los dos extremos del cable. Para ésta hay que tener unos mínimos conocimientos de electricidad, pero no es difícil.
10) Pegamos los fluorescentes con celo de doble cara (o pegamento, lo que tengáis por casa).
11) Los repartimos por la mesa.
12) Y enchufamos para comprobar que todo esta en su sitio.
13) Presentamos el sobre de vidrio plástico y lo pegamos con cinta de doble cara (o  velcro…).
14) Et voilà, mesa de luz terminada!!!

¡Espera un momentito!

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