Si tuviéramos que decir cual es el problema más recurrente en nuestra casa sería éste. Hay familias que no les importa que esté todo desordenado y familias que no permiten a sus hijos jugar en el salón por el desorden. Nosotros estamos en el termino medio, por eso tienen sus juguetes en el salón, pero necesitamos que esté ordenado para sentirnos bien en casa. Cómo llegamos a ese equilibrio es nuestro reto diario. En este post os contamos lo que mejor nos funciona (no es magia, no os quiero engañar, y nos permite ser asertivos que es mucho más importante).
Muchos padres tenemos claro que no queremos usar castigos y recompensas para educar a nuestros hijos, pero muchas veces nos quedamos sin recursos y acabamos usando las consecuencias lógicas como castigos encubiertos. Decirle a un niño » si no recoges tus juguetes será que tienes demasiados y tendremos que regalar algunos» (lo que puede ser verdad, menos es más, estoy segura XD) no es una consecuencia, es un castigo disfrazado de sonrisa.
Dependiendo de la edad del niño, podrás usar uno de estos recursos, no olvides nunca que cada niño es un mundo, incluso con edades similares. Antes de poner en práctica cualquiera de estas opciones, comprueba que tu neocortex y no tu amígdala están al mando. Piensa si estás cooperando o controlando. Si todo está en orden, podéis acordar en una reunión tener previstas algunas de estas soluciones:
1/ Muéstrale como hacerlo:
El ejemplo es mucho más poderoso que las palabras, levántate y ponte en marcha, explícale con las menos palabras posibles cómo se hace, al tiempo que le das margen para que explore sus propias formas.
2/ Dale tiempo para practicar:
Todo hábito tarda un tiempo, dale tiempo para hacerlo. Cuando los niños están en un periodo sensitivo del orden en su punto álgido (en torno a los dos años) es más sencillo, luego suelen tener cosas más importantes que hacer. Les entiendo, a mí me gusta que esté todo ordenado pero no ordenar, pero yo desde mi mente adulta me centro en el resultado y no en el proceso.
3/ Consensuar los acuerdos en una asamblea:
Cuando los niños se implican en las soluciones es más fácil que las pongan en práctica, que si se las damos como un hecho consumado, organizar un cuadro de rutinas y que «mande» es una buena opción. También puedes reevaluar en las próximas reuniones familiares si las soluciones están siendo eficaces.
4/ Usa recuerdos en vez de sermones:
Usa el lenguaje verbal -o una sola palabra- o expresa lo que estás viendo. Con una sonrisa y en silencio puedes señalar los juguetes, decir «juguetes» o decir «Veo juguetes en el suelo». A veces con eso basta para ponerlos en marcha. Una vez estaba contestado un wasap – importante- a la hora de cenar y Abril me dijo «Mami, cena» oh el modelaje, no hay nada más importante que una cena en familia. Y otra vez «Emma, rotu marrón destapado en el suelo» No podía parar de reír, tu hijo, tu espejo dicen. Me gusta lo que veo 🙂
5/ Divide la tarea en pasos pequeños:
Imagina que llegas a una casa nueva y tienes que colocar un camión entero de una mudanza, ¿te abrumarías? A los niños les pasa igual, cuanto más pequeños, más necesitan dividir la tarea en pequeños pasos.
6/ Conecta y ponte a su altura:
Solo el hecho de bajar al suelo ya te ayuda a reconectar con el peque, mírale a los ojos y recuérdale vuestro acuerdo. Sin sermones y con sonrisa. Primero conectar y luego redirigir, sino puede acabar en desastre. Y después, ofrece tu ayuda.
7/ Crear una rueda de opciones:
Cuando hay un problema recurrente podéis elaborar este recurso tan genial para implicar a los niños en las soluciones. De un brainstorming familiar sobre este tema salió la palabra «azurrosa» como recordador para que se pusieran a recoger 🙂 Y también que una vez a la semana iban a elegir un juguete con el que apenas jugaran para donarlo.
8/ Usa el humor como recurso educativo:
Puedes hacer bromas, exageraciones, role play, cualquier cosa que os conecte y os mueva a cooperar es buena idea. SOLO SI NOS REÍMOS TODOS ES HUMOR.
9/ Piensa en el motivo que hay detrás de la conducta.
¿Es demasiado pequeño para recoger solo? ¿Está demasiado cansado o tiene hambre? ¿Se siente desalentado porque cree que necesita más atención, se siente dolido y quiere vengarse, ha empezado una lucha de poder o se siente incapaz de hacerlo?
10/ Haz preguntas de curiosidad en vez de dar órdenes:
¿Qué fue lo que acordamos? ¿Cómo podríamos hacer para que volviera a estar recogido el salón?
+1: Decide lo que tú vas a hacer: Que tiene que ser respetuoso, relacionado, razonable y útil, como por ejemplo, decidir que el orden de juguetes en el salón es necesidad adulto y no infantil y por eso vas a dejar de tomártelo personal, reaccionar en vez de actuar, y desde ahí buscar soluciones para que las necesidades de todos y todas se vean respetadas…
Créeme, los años son cortos, muy cortos. No pierdas más tiempo, ni provoques más discusiones de las necesarias en conseguir que los niños recojan, tampoco rescates y lo hagas tú mismo sin ayuda. El equilibrio es esencial, pero recuerda que la relación con tu hijo es mucho más importante que todo lo demás.
El reto del próximo mes va a ser éste, sólo tengo que estirarlo para 21 días como los otros, si no puedes esperar, lo puedes ver este enlace. Y si te apetece participar en el reto, ¡te espero el día 8 de noviembre!
Os espero en los comentarios con más trucos o sugerencias 🙂
Y si queréis más información sobre juguetes montessor-friendly pincha este post.
*El arcoiris gigante es de ParaCriarte
Gracias por tu aportación, creo que tus post nos hacen reflexionar un poco e intentar mejorar. Gracias. No puedo hacer otra cosa que devolver el favor con mi voto para los premios Bitácoras.
Eres muy grande 🙂
Nosotros tb tenemos una canción para recoger. En cuanto empezamos a cantarla empezamos a recoger, normalmente el padre y yo y cuando nos ven absortos en la tarea sin esperar a que ellos empiecen nos siguen sin cuestionarlo.
En mi caso con el mayor (6) no tengo problema, pero la pequeña (3) pasa completamente de recoger… Y si le ayudas ella se pone a jugar y te quedas solo recogiendo
A la desesperada lo último que le hemos dicho es q sino recoge no podrá jugar con los juguetes, no estoy muy convencida pero lo demás no nos ha funcionado… Si le preguntas a ella en el momento te puede dar ideas o lo q sea pero a la hora de recoger se le olvida todo… Alguna sugerencia?
Gracias.
Nosotros estamos como vosotros, a medio camino entre una cosa y otra. Llegamos al acuerdo de que pueden jugar donde quieran y sacar los juguetes que quieran, pero después de jugar tienen que recogerlos. Unas veces mejor, otras peor, pero cada vez cuesta menos. Y pasa lo mismo con las pinturas y sus dibujos (que dejaban tiradas en cualquier lugar), al darse cuenta de que muchos rotuladores se secaron, se perdieron pinturas y se rompieron otras… ahora si se olvidan de recogerlas o de taparlas les recuerdo «¿Os acordáis de lo que pasaba con las pinturas si no las recogéis/tapáis, etc?».
Está funcionando y parece que recuperamos la sintonía entre nosotros (y el orden en casa).
Muchas gracias por tus consejos, Bei 🙂
A mi me cuesta como a todos pero creo que el kit de la cuestión está en entenderlos y ser empaticos con el hecho que recoger sea lo que sea es un rollo.
Yo normalmente divido los juguetes que hay en dos grupos, ya sea por zona o por tipos y cada uno de los hijos es responsable independientemente del otro de recoger la parte que le ha tocado.
Y normalmente me funciona.
Este sería en consejo que le daría a la chica que explicaba que la pequeña no le recoge.
Asignarle unos juguetes que tiene que hacer ella si o si.
Gracias por todo
Con mi peque de 2 años y medio tambien tenemos el reto diario de que recoja los juguetes (que lo sabe hacer), pero el dia que dice que no es que no y no hay forma de convencerle. La verdad es que sí que utilizamos la herramienta de las consecuencias («Si no recoges, consecuencia: no hay baño de espuma»). Pero lo que también utilizo mucho es: «Venga, yo te voy pasando los coches y tu los colocas» o «Yo recojo lo de color rojo y tu lo azul» y sí que funciona. Eso sí, no hay que descuidarse porque al mínimo descuido se marcha de la habitación de los juguetes y te deja recogiendo sola/o.
Genial Bei,como siempre
Como siempre Bei me eres d mucha ayuda. M alegra saber q ya hay cosas q las iba haciendo,pero otras d las q propones m encantan como el cuadro d rutinas
Con un nene de casi dos añitos lo que usamos es la repetición, tranquilidad, dejarle hacer y el ejemplo. Todos los días rutinas, el recoger es una, quitarse la ropa, poner la lavadora que le encanta…tranquilidad, no tarda 1minuto porque se le cae, se ha acordado de otra cosa…. dejarle hacer a su ritmo y ser un ejemplo haciendo las tareas con él. Ahh y sí un día está cansado, malito o no tiene ganas no pasa nada!, para eso estan amatxo y aitatxo, hay que enseñar a recoger y también a saber que un día sin recoger, sin hacer la cama o sin barrer no pasa nada(algo que he aprendido de él)
Gracias, tu blog es una referencia para mi como madre y como profesional de la educación. Consultando tus post y nuevos cursos, he encontrado tu sincera declaración. Decide libremente tu futuro, pensando en lo que te hace feliz. Ojalá podamos seguir disfrutando de tu generosa compañía . Un abrazo