Hoy en el blog tenemos una invitada, Cristina Saraldi, de Froggies, que viene a hablarnos de juego, de lo que es toda una experta porque tiene muy viva y presente a su niña interior. Hoy nos habla del whatsapp y de las posibilidades de juego, igual piensas que nos hemos vuelto locas, ¿jugar con el móvil? Cristina te lo cuenta 🙂
10 juegos para hacer con niños a través de Whatsup
Cuando la agencia que gestiona las redes de Froggies me propuso colaborar con otras compañeras que resuenan con la filosofía Froggies, no tuve dudas de que Bei era una candidata ideal.
Hablé con ella y su respuesta fue un sí que lo percibí lleno de amor. En ese momento tocó plantearme qué podría aportar a este blog tan especial.
Podría extenderme largo y tendido sobre lo mucho que me aporta Bei como persona. Con todo lo que hace con su blog, con sus cursos y sobre todo con la relación que tenemos en este mundo análogico y digital.
Sin embargo no quiero repetirme con elogios porque sé que tú que me lees ahora mismo, sientes mucha gratitud por este blog que nos nutre tanto a todas las personas que queremos crecer y criar de otra manera.
Así que después de pensar qué aportar, tome la decisión decisión de escribir post sobre juegos y actividades según la estación en la que estuviéramos, o el momento en el que me encuentre.
Ya había empezado con el borrador de juegos de agua. Sin embargo, como hace poco escribí uno, pensé que sería mejor otro tema. Así que estaba decidida con los juegos de verano en el hogar cuando, al empezar a escribir ahora mismo, he pensado que lo mejor sería hablar del vínculo que nos une a Bei y sus tigris a través del móvil. Sí, ¡he escrito móvil! Un elemento que me ha generado mucho rechazo de cara a mi maternidad y que desde hace un tiempo lo veo un amigo aliado.
Uso mucho el móvil para trabajar, y sin embargo, durante años, no he permitido que Cloe pudiera casi ni olerlo. Era un poco talibana de las pantallas. De hecho, lo sigo siendo a ratos porque observo que a ella no le sientan bien.
Sin embargo, cada vez más, encuentro en el móvil una bonita manera de comunicarnos, de jugar y de crecer con una persona que nos ve, nos oye e incluso nos imagina.
Y esto es lo que precisamente vivimos las tigris y yo. Desde hace un tiempo, comencé a enviar vídeos, cuentos y juegos. Primero lo veía sobre todo Abril, que era quien me contestaba. Ahora tengo un juego pendiente con Emma, y sé que pronto será Vega quien me deje audios.
¿Y por qué he decidido compartir este post como primero de nuestra colaboración? Sencillamente, porque así me ha nacido y soy de las que opina que cuando las cosas surgen fácilmente, es porque han de ser. Y me ha parecido además muy bonito poder reconocer en el móvil una herramienta que nos permite jugar, educar, aprender, leer, recordar, soñar y viajar.
Así que aquí te dejo 10 posibilidades que te ofrece el whatsup para jugar con un niño al otro lado.
- Contar una historia. Puedes contar o escuchar un cuento con libro, de boquita (como dice Cloe), con manos, con dedos, susurrando, cantando, sin cuento, inventado, una anécdota, recordar una experiencia vivida juntos, agradecer por algo que habéis compartido… Las historias están a la orden del día y compartirlas con un niño (o escucharlas de un niño) es maravilloso.
- Cantar canciones. Podemos cantar canciones originales, canciones inventadas, adaptadas de una que le guste, con la a, con la e, con la i… Cantar es una oportunidad para disfrutar. Podemos hacer una pelea de gallos, una de cantar a trozos, o incluso cantar en idiomas inventados. ¿Qué tal probar el bebiano, el idioma de los bebés? A los niños les suele hacer mucha gracia.
- Visualizaciones. Mandar audios con visualizaciones que pueden ser creadas para el niño o las niñas del otro lado del teléfono gusta mucho. Si no es el momento que puedan hacerlas, seguro que encontrarán uno para ello. Revivir experiencias, viajar a través de la naturaleza, sentir el agua en tu cuerpo, correr descalzos, sentirte un globo, un polo de helado, o cualquier emoción o sensación, son solo ideas para poder crear una visualización a medida. Si no, tienes montones en internet que puedes rescatar 😉
- Bailes de todo tipo. Canciones de hoy en día, canciones pasadas, bailes “correctos”, bailes locos, movimiento con caras graciosas, con mucha seriedad, pasos acompasados, pasos desacompasados, ballet, flamenco, hip hop, moderno, jazz… todo vale. Y sólo mandar un baile puede hacer que el niño te imite, se parta de la risa, disfrute, te devuelva o incluso cualquier idea que pase por su creativa cabeza.
- Movimiento corporal. Sin centrarnos en el baile, podemos jugar y enviar diversas opciones donde el cuerpo es el protagonista. Desde adaptar bailes típicos, canciones infantiles o canciones yogui a un tema que está ahora en su momento actual (a Emma le mandé una adaptación a Harry Potter de una canción con baile de yoga y me consta que le gustó mucho). También podemos hacer adaptación de figuras acrobáticas, jugar con la cara, partes del cuerpo, retar al otro… Un sinfín de opciones donde el movimiento corporal es el protagonista.
- Personalizar mensajes. Es algo muy sencillo, básico y un acto que hacemos a menudo sin darnos cuenta. ¿Y si aprovechamos el whatsup para ser prácticos o simplemente divertidos? ¿Si por ejemplo grabamos un mensaje que pueda acompañar a la familia en algo que necesiten? Quizás simplemente queremos dejar un mensaje gracioso personalizado al padre, madre o hijo o hija. O a todos. Con voz cansada, graciosa, con distintos volúmenes, con distintos ritmos, en otros idiomas… Todo vale (salvo juzgar), con tal de ser original y pasar un buen rato!
- Palabras de aliento. Muy parecido a la personalización de mensajes pero centrándonos en momentos donde el niño necesita escuchar un mensaje de aliento. Si ha tenido un accidente, un duelo, un enfado, algo que le pone triste, si está confundido, o sin más, si queremos transmitirle algo que nos produce él en todo su ser. Y aquí te reto… ¿Te animarías a escribir hoy 3 mensajes de aliento a 3 amigos? A menudo nos olvidamos de ellos y son parte de nuestro camino.
- Dulces sueños, buenos días. Aprovechar el whatsup para desear un lindo día o unos dulces sueños es muy tierno. Podemos hacerlo con foto, con audio, con vídeo, con cualquier diseño que hayamos hecho… Simplemente es una manera muy bonita de conectar con algún ser querido, mandándole a menudo un hermoso deseo o agradecimiento.
- Frases a medias entre todos. Un juego que me gusta en especial es el de comenzar historias y, a trocitos, ir creándolas. O mensajes curiosos, o lindos deseos, o cualquier información. Lo único que hay que hacer es jugar y confiar en el juego, dejarse llevar. Yo ahora te digo, hoy he tenido una co… Y tú sigues, ¿qué dirías? Seguro que te lleva a lugares desconocidos. ¿Os he dicho que me encanta imaginar?
- Y por último, y no menos importante, dejaría la libertad de jugar, de dejarse llevar, de dejar a un niño el móvil. O de volverte niño con tu móvil teniendo a alguien al otro lado… Tienes mil opciones para jugar a infinidad de juegos. Yo aquí te hablo de poner voces, de poner subtítulos, de grabarte para ello sólo vídeos y que el otro ponga voces, de cantar al revés, de gritar a lo loco… Y tú, ¿qué me cuentas?
Como ves, muchas de estas ideas son tan sencillas que tú mismo las tenías ahí dentro, sólo que tapadas. Acabas de destaparlas y seguro que se te ocurren muchas más. ¿Te apetece compartirlas con nosotros?
También te diré que este tipo de juegos pueden llegar a facilitar mucho la vida de la madre o padre que las recibe. ¿Y por qué? Porque habitualmente es un regalo que permite llevar a cabo una nueva actividad conjunta. Y si no es así, ofrece la oportunidad de que el niño o los niños disfruten de una actividad donde tú como madre no necesites estar.
Bendita tecnología usada con criterio.
Aunque frente a la maternidad mi postura inicial fue «pantallas cero», al poco tiempo supe que esto era un punto donde mi marido y yo no estábamos de acuerdo. A él no sólo le gusta jugar juegos en el ordenador, sino que además trabaja en eso. Y le hace ilusión la relación de nuestro hijo con la «tecnología» así que supe que íbamos a tener que dar otro enfoque al asunto.
El contacto de mi hijo con el móvil se produjo cuando tenía un año, a través de mi cuñado, hermano de mi marido, que le daba su móvil cada vez que había oportunidad, y frente a eso decidí dejarle el mío cuando lo pidiera simplemente para no dar importancia al asunto. La televisión llegó casi a los dos, cuando visitando a la familia le ponían videos infantiles (lindos, eso si). La tablet llegó poco después, cuando empecé a conducir y necesitaba que no llorara durante los trayectos para no perder la concentración. Y lo último que llegó a su vida fueron los juegos de la tablet, hace unos meses (ya tiene casi tres años).
En un primer momento todo se torna una pequeña obsesión para él, lo cual cada vez me obsesiona a mi un poco y me tienta a prohibir. Pero la verdad es que todo pasa de moda y pierde ese lugar en cuanto YO le quito importancia. Mi hijo ya no pide ver la tele salvo cuando se siente mal, por ejemplo. La tablet, en la que juega juegos, la verdad es que ya aprendió a apagarla cuando hay que hacerlo y también le pone fin al asunto x si mismo cada vez más. Sinceramente, prefiero mil veces su actitud cuando juega juegos ahí que cuando mira la tele. Y lo más importantees que nunca perdió el interés por el resto del mundo con todo esto. En cuanto al móvil, se hizo bastante experto manejándolo. Le encanta sacar fotos y «retocarlas» o agregarles algún dibujo propio o emoticones. Me dice a quien quiere enviarlas, y las mandamos. Pide videos de mascotas a mi hermana a través de audios que él aprendió a producir. Yo creo que el punto no es negar la tecnología en sus vidas, sino realmente ofrecer otras opciones tentadoras a la vez. En mi opinión, restarle importancia y convertirlos en un juego más no tiene por qué ser dañino. Hay que tener sentido común y no escaquearse, eso pienso yo.
Hola: me parece un contenido muy interesante y práctico porque aunque no queramos que nuestros peques estén »cerca» de las nuevas tecnologías, es una realidad, que con un buen uso pueden aportan mucho. Estas propuestas que comparte Cris tina me parecen fabulosas. Ya seguimos en contacto de blog a blog. Saludos.
yo tampoco quiero que mis peques estén pegados a las pantallas, el móvil lo usan para la calculadora, para ver números, y mensajes de audio que se graban.
lo que no me gusta nada,como he visto muchísimas veces, es dejarlos pegados mientras comen en restaurantes, toda la comida sin moverse y los padres dándoles la comida! o bebes en los carritos con el movil
Este es un tema muy interesante. Yo te podría contar que en nuestra experiencia con el hijo el uso del celular y tablet ha traído muchas cosas buenas. Por ejemplo google maps, la calculadora, cronómetro, distintos tipos de reloj, el bloc de notas (me encanta ver las primeras letras que escribía que luego se fueron convirtiendo en nombres de la familia, de los amigos y después en las más disparatadas anotaciones de cualquier tema de interés). El wap puntualmente, a través de los emoticones, fue de los primeros intentos de mi niño por comunicarse de forma escrita. Podía expresar algunas ideas con los dibujos y caritas y enviarlos a la familia antes de poder coger un lápiz. Todo esto de forma super acotada, porque definitivamente según lo que he observado, el uso de los aparatos puede producir demasiada ansiedad en los pequeños y es algo no beneficioso que cuesta que puedan autoregular.
Cariños
no lo e probado pero se ve chebre